Tras algunos minutos de preparativos en la escalinata y la disposición de una alfombra roja de al menos 12 metros de longitud, Su Majestad desabordó la aeronave tras ser presidida por una comitiva española.
Abajo, en la pista de la terminal era esperada por el canciller de la República, Lisandro Rosales; el embajador de España en Honduras, Guillermo Kircpatrick; la embajadora de Honduras en España, María Dolores Agüero, y el alcalde de La Ceiba, Jerry Sabio.
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Portando un chaleco rojo y con atuendo muy apropiado para la ocasión, la Reina saludó a los presentes y fue dirigida rápidamente por su escolta hacia una camioneta en donde partió en caravana hacia la ciudad de San Pedro Sula.
'Ella viene con un compromiso muy importante de apoyar al pueblo hondureño', refirió el canciller Rosales tras acompañar a Su Majestad hasta el vehículo que la esperaba.