Desde la llegada de la pandemia al país en marzo de 2020, Honduras ha vivido una de las peores épocas no solo por la cantidad de muertos y contagiados que han saturado el sistema sanitario, sino por la combinación de problemas sociales que saturan día a día. Sumado a lo anterior, parece que la corrupción encontró el momento perfecto para hacer de las suyas.
Por otro lado, la deserción escolar, la delincuencia y los despidos masivos laborales por falta de recursos azotó directamente a cientos -o miles- de familias que pasaron de la noche a la mañana lo perdieron todo.
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Aunque el castillo de naipes se derrumba carta a carta, la solidaridad, resiliencia e ingenio de los hondureños ha permitido que sobrevivan a las amenazas que aparecen en medio de una descontrolada pandemia.
Muchos tiene esperanzas en que la vacuna anticovid no solo los aleje de las sombras de la muerte, sino que también fortalezca la actitud para llevar al país hacia el desarrollo.
En este artículo haremos un recuento de los peores momentos que han ocurrido en la nación cinco estrellas tras la llegada del mortal virus.
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Eta y Iota
El paso de los fenómenos naturales Eta y Iota en noviembre de 2020 dejó fuertes consecuencias, pero no solo materiales y económicas sino también psicológicas en cientos de familias que presenciaron la furia de las potentes corrientes de agua.El impacto de perder familiares a causa de las inundaciones o deslaves, ver cómo toda su comunidad fue llevada por las tormentas, tener que salir de su casa porque su vida corría peligro afectó de manera directa la salud mental de cada uno de los damnificados.
Según los datos facilitados por Cenaos y analizados por EL HERALDO, ambos fenómenos meteorológicos dejaron acumulados en los 298 municipios del país, sin embargo, con Eta, siete de los primeros 20 con más lluvia están en el valle de Sula. Con Iota la cifra se redujo a tres, pero debido a que los suelos estaban saturados y los ríos crecidos, las inundaciones en casi toda la costa norte fueron incontenibles.
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Dos semanas bastaron para que Eta y Iota agudizaran la crisis en casi todos los ámbitos del país.
En pérdidas totales se cuantificaron 791 millones en la parte pública y 26,289 en el sector privado, entre tanto, en un apartado de costos adicionales el Consejo Consultivo detalló 1,269 millones en el estamento público y 1,075 en el ámbito privado.
Esto suma un total de 52,099 millones son los estragos causado por Eta y Iota en el territorio nacional.
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Muertes por covid-19
A más de un año de la confirmación del coronavirus en Honduras, el sistema sanitario todavía se mantiene casi en las condiciones precarias que estaba antes de la pandemia, pese a la millonaria inversión que el gobierno ha invertido para frenar al virus.La falta de médicos para atender a la masiva afluencia de personas que acuden a los hospitales o triajes habilitados son otro punto que ha afectado el control del virus.
Personal de primera línea, niños y familias enteras han sido las víctimas del mortal covid-19. Asimismo, las nuevas variantes que han circulado en el país siguen poniendo en riesgo a los hondureños, quienes han acudido a la vacunación masivamente, aunque las embarazadas siguen siendo el sector más renuente.
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Incendio en Guanajas
En horas de la madrugada del sábado 02 de octubre se reportó un pavoroso incendio en la paradisíaca isla de Guanaja, Islas de la Bahía. Alrededor de 400 personas, entre ellas 4 heridas, fueron evacuadas a través de lanchas, helicópteros y avionetas.Los heridos reportaron quemaduras, ansiedad, fuertes dolores musculares y lesiones graves. Fueron trasladados hacia el Hospital Escuela de Tegucigalpa y el Hospital Regional de la Ceiba, Atlántida.
Al menos 90 casas destruidas y 2,500 de afectados fue el saldo del siniestro, el cual todavía se desconoce cómo se propagó.
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Muertes violentas
Las muertes violentas no han parado, pese a que desde la llegada del covid-19 se han mantenido rigurosas medidas como el confinamiento. Más de 20 masacres reporta el país hasta la fecha.Personas encostaladas, torturadas y con rótulos son los principales patrones que marca la violencia en el país. Por otro lado, la violencia doméstica ha sido otro factor que se desató en medio de la crisis sanitaria.
Los datos obtenidos por la Unidad de Datos de EL HERALDO Plus muestran que en Cortés (359) es donde más personas han muerto de forma violenta en los primeros seis meses de 2021.
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Le sigue alejado Francisco Morazán (218) que puede —sin presumir— evidenciar que tiene 86 personas asesinadas menos que el año pasado, cuando 304 fallecieron —murieron más personas en el tiempo más crítico de la pandemia—, y 63 personas menos que en 2019 (281 víctimas).
El tercer lugar es para el departamento de Yoro (148), cuarto Olancho (139) y quinto para Comayagua (108), siendo Valle (16) y Gracias a Dios (3) las zonas de Honduras con
menos homicidios.
Respecto al sexo, la indignación que ocasionan los femicidios continúa tocando el sentimiento de los hondureños, aunque en números fríos, por cada mujer que asesinan en el país, 11 hombres pierden la vida en la misma condición.
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Deserción
Miles de niños y jóvenes hondureños se enfrentaron este 2020 a un proceso educativo atípico, pues cambiaron su aula de clases por su casa, su uniforme por ropa diaria y su convivencia por un dispositivo móvil el que resultaba inútil para su educación cuando no contaban con conexión a internet.Además, las ganas de aprender pasaron a segundo plano al no tener la atención y tiempo necesario para entender cada materia, por lo que muchos se vieron obligados a abandonar el sueño de formarse, pues en medio de una pandemia es más fácil desertar que luchar contra la falta de tecnología o recursos.
Según el recuento realizado por la Unidad de Datos de EL HERALDO en octubre de 2020 se contabilizaba que un total de 105,971 alumnos habían desertado del sistema, una cifra desde entonces alarmante en comparación con años anteriores, pues por poco igualaba la de los últimos cuatro años juntos.
De acuerdo al informe emitido por el Sistema de Administración de Centros Educativos (Sace), en el periodo de 2016 a 2019, unos 175,000 alumnos abandonaron las aulas.
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Desempleo
La escalada de despidos desde el inicio de la pandemia ha disminuido este año, sin embargo, alrededor de un 10% de las empresas sigue recortando personal, de acuerdo con un informe regional de las cámaras de comercio.Los resultados del estudio indican que en julio del 2020 el 26% de las empresas estaban haciendo despidos, luego a marzo de este 2021 había disminuido a 13% y al mes de agosto se reporta que un 10.6% de las compañías privadas en promedio en Centroamérica continúan mermando su número de trabajadores.
En Honduras, el 11% dice que despidió en agosto todavía y el 32% afirma que mantiene la reducción de la jornada laboral a raíz del covid-19. Solo el 37% regresó a la misma jornada de antes de la pandemia, mientras que el 31% no hizo cambios durante la crisis.
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