Hay temas limítrofes qué platicar sobre el manejo del Golfo de Fonseca, reconoció ayer el canciller Arturo Corrales.
La situación que se vive en la zona podría ser objeto de análisis en una futura reunión entre el presidente Porfirio Lobo y sus homólogos Daniel Ortega de Nicaragua y Mauricio Funes de El Salvador.
Y es que Honduras incrementó desde el año anterior la presencia militar en el Golfo para impedir la captura de pescadores nacionales y evitar que la zona se convierta en una ruta alterna para el tráfico de drogas.
El ministro de Defensa, Marlon Pascua, dijo a EL HERALDO
que desde el 2011 se han reforzado los equipos de la Fuerza Naval en el sector.
Durante años el país se ha visto afectado por la detención de pescadores hondureños que son perseguidos por navales nicaragüenses y hasta salvadoreños, en muchos casos, en aguas nacionales. Tanto Niracagua como El Salvador se han mostrado indiferentes ante la situación y en varias ocasiones hasta han pretendido desconocer los derechos de Honduras sobre las aguas del Golfo de Fonseca.
Corrales anunció que el próximo 19 de marzo viajará a San Salvador a una reunión de cancilleres de los países miembros del Sistema de Integración Centroamericana (Sica) en donde se ultimarán detalles para lograr un acercamiento presidencial encaminado a discutir en primera instancia temas de desarrollo para el Golfo.
El canciller sostuvo que la agenda actual consiste en llevar iniciativas de desarrollo al sector, aunque reconoció que también hay temas limítrofes pendientes que abordar entre los tres países.
“Hay temas limítrofes que platicar, pero nosotros no creemos que ese va a ser un obstáculo para el desarrollo de la zona. El encuentro que hubo hace dos semanas en Nicaragua y la convocatoria que hicieron también al presidente (Mauricio Funes) de El Salvador, es para proyectos de desarrollo en la zona del Golfo, ninguna ruta que no sea del desarrollo es la que nos provoca reunirnos”, dijo el secretario de Relaciones Exteriores.
Reunión
El pasado 23 de febrero el presidente Porfirio Lobo viajó a Managua, Nicaragua, en donde sostuvo una reunión con el presidente de ese país, con quien abordó, entre otros temas, la actual situación del Golfo.
Durante el encuentro ambos mandatarios acordaron retomar acuerdos de cooperación que permitan desarrollar la zona, aunque no se dijo si Nicaragua respetará la sentencia de la Corte Internacional de Justicia de septiembre de 1992, referente a la disputa territorial, insular y marítima entre Honduras y El Salvador, en la que también participó Nicaragua como interventor.
La sentencia establece que la bocana del Golfo de Fonseca tiene un ancho aproximado de 13 millas, de las cuales, tres son de uso exclusivo para El Salvador (a partir de Punta Amapala) y otras tres para Nicaragua (a partir de Punta Cosiguiña). La Corte dijo que después de las tres millas de cada lado se medirán los espacios para los tres países, incluyendo a Honduras.
“El tema nosotros lo estamos tratando desde el punto de vista que ya está pactado que es del desarrollo, o sea, no lo estamos pactando desde la perspectiva militar ni que se parezca, es del desarrollo. Tenemos pendiente una reunión bilateral con El Salvador, una bilateral con Guatemala y otra con Nicaragua”, afirmó Corrales.
Según el fallo de la Corte de 1992 Honduras, Nicaragua y El Salvador deben repartirse o negociar de forma amistosa unas siete millas de la bocana del Golfo de Fonseca, estableciendo que las tres naciones tienen derecho de salida hacia el océano Pacífico. Sin embargo, este derecho no ha sido respetado por las naciones vecinas.
Prueba de ello es que a embarcaciones militares hondureñas, Nicaragua exige solicitud de permiso para navegar cuando estas salen a ejercicios militares en países como Panamá. Honduras ha hecho caso omiso y ejerce su derecho de salir libremente por la bocana hacia el océano Pacífico.