El líder del movimiento nacionalista Azules Unidos, Juan Orlando Hernández, al oficializar su carrera presidencial dijo estar seguro de ganar las elecciones primarias de su partido y las generales que se realizarán el próximo año.
Ante la afluencia de seguidores, que fueron traídos de todo el país, Hernández preguntó “¿quién dijo miedo?”, trayendo a la memoria de los hondureños la frase de la campaña de Manuel Zelaya Rosales a favor de la ilegal cuarta urna.
En uno de los spot, un ahijado le preguntaba a su padrina cuál era el miedo de hacer una consulta popular.
Asumiendo una actitud valiente, el padrino se ponía de pie para afirmar “¿quién dijo miedo?”, tomaba un marcador y marcaba en el calendario de su hogar humilde la fecha 28 de junio. Esta frase se hizo tan común entre los seguidores de Zelaya que fue acuñada por la resistencia en sus marchas violentas y era el grito de batalla en los enfrentamientos con policías y militares.
Fiesta de dinero
La impresionante cantidad de buses rentados fue una demostración clara del poder económico del presidente del Congreso Nacional.
Se cree que fueron rentados al menos 500 buses en la capital, lo que dejó prácticamente sin servicio de transporte público a miles de capitalinos.
+ Derroche de dinero, el principal invitado en concentración
Sumado a esto, los buses fueron estacionados en calles, aceras, áreas verdes y medianas de los alrededores de la Villa Olímpica, lo que generó el cierre de decenas de calles y, por consiguiente, un infernal congestionamiento.
A los buses contratados de la capital también se sumaron los buses del interior. Asimismo, se comprobó el uso de carros del Estado para movilizar activistas.
+ Más que agua y comida se reparte para lanzamiento de Azules unidos
Un pequeño estrado de forma rectangular, instalado en el centro del escenario, sirvió para que Hernández expresara su discurso, el único en la actividad.
Organizadores del evento, consultados por EL HERALDO, afirmaron que el objetivo fue no opacar las palabras de Hernández con discursos de otros dirigentes.
Al parecer, la dirigencia no vio con buenos ojos que el protagonista en el lanzamiento realizado en La Ceiba fuera el exministro de Seguridad, Óscar Álvarez.
+ Juan Orlando Hernández se deshizo de Óscar Álvarez por temor a ser desplazado
En otros eventos, se ha estilado que tomen la palabra expresidentes, caudillos políticos, miembros de la Comisión Política, dirigentes departamentales y aspirantes a cargos de elección.
Se creía que el presidente del Congreso iba a anunciar los candidatos a diputados o coordinadores departamentales, pero no ocurrió así.
Tampoco fue presentado el candidato a alcalde por la capital, Jorge Zelaya, como él lo anticipó y como lo esperaba.
“Vamos a ganar las elecciones internas y después las generales, se los garantizo”, dijo Hernández. “Será un camino difícil, lleno de dificultades, de obstáculos, de problemas, pero… ¿Quién dijo miedo?”, se preguntó.
El político expresó que quiere ser presidente de Honduras “porque en este gobierno hemos avanzado bastante en temas difíciles” y aún “hay varios problemas por resolver”.
Dijo que es necesario “avanzar más en el tema de la seguridad y la paz social”, una de las promesas de campaña incumplidas del Partido Nacional.
Prueba de ello es que las muertes por 100,000 habitantes se han elevado a 86, es decir, la más alta del mundo.
“Debemos llevar a la práctica la reforma educativa que aprobamos en el Congreso Nacional”, dijo, refiriéndose a la nueva Ley Fundamental de Educación.
“Honduras”, añadió Hernández, “necesita que el Partido Nacional siga gobernando pero para eso se deben realizar unas elecciones internas transparentes, limpias y democráticas y luchar incansablemente por la unidad, porque aquí no hay enemigos, todos somos hermanos”.
El máximo dirigente de Azules Unidos insistió en el tema de la unidad, porque ya ha quedado demostrado lo que sucede cuando los dirigentes políticos se confrontan y puso como ejemplo la crisis de 2009, de la que fueron protagonistas liberales y nacionalistas.
“Siempre somos los nacionalistas los que tenemos que rescatar a Honduras de la tragedia en la que nos las entregan nuestros adversarios”, recordó el presidente del Congreso Nacional, que se hizo acompañar de sus parientes, entre ellos 17 hermanos.
Dijo que el Partido Nacional entregó a los liberales en 2006 “con cero deuda externa y con crecimiento económico, con empleo y niveles de seguridad aceptables, ¿pero recuerdan cómo le entregaron el país los adversarios a Pepe Lobo?… ¡Un país quebrado!”, dijo.
El Estadio Chochi Sosa tiene capacidad para unas 25,000 personas, entre la gente de gradería y los que logran ubicarse en el engramillado.