El Cuerpo de Bomberos de Trujillo rescató este sábado en la zona norte de Honduras a los dos pescadores que desde el jueves se reportaron como desaparecidos.
Los socorristas se desplazaron en una lancha hasta la laguna de Guaimoreto, donde encontraron a Edgardo Rodríguez (41) y su hijo, Esteven Rodríguez (12), quienes el pasado jueves salieron a pescar.
Los dos hombres se encuentran sanos, pero cansados porque permanecieron por más de 24 horas en la laguna, con condiciones adversas por las constantes lluvias que afectan el sector, informaron los bomberos.
La Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) decretó alerta amarilla por 48 horas en Cortés, Yoro, Atlántida, Colón e Islas de la Bahía
debido a las intensas lluvias que se registran en el norte y litoral Atlántico de Honduras, que provocaron daños en varias ciudades, principalmente en La Ceiba.
Para este día se mantienen las condiciones lluviosas y los vientos rachados, que mantiene a los cuerpos de socorro en alerta para evitar la pérdida de vidas humanas debido al frente frío que ingreso la noche del jueves.
El subcomisionado de Copeco, Carlos Cordero, informó que 'se reportó un descenso de las lluvias durante la madrugada, no obstante, se pronóstican lluvias fuertes durante el día'.
Las lluvias de este viernes dejaron un acumulado 226 milimetros de precipitación en La Ceiba, lo que produjó la inundación rápida en Guanaja, donde dejó 130 milimetros y en Trujillo, 96 milimetros.
Los aeropuertos Golosón en La Ceiba y de Guanaja, permanecieron cerrados hasta el mediodía del sábado debido a la reducida visibilidad, de entre uno y dos kilometros, que no permiten la navegación áerea.
Las terminales aéreas de San Pedro Sula y Tegucigalpa, continúan trabajando de manera normal porque las condiciones ambientales son mejores.
Cordero dijo que se reportan 205 personas evacuadas, que proceden de la zona de Trujillo y de Santa Rosa de Aguán, que están siendo atendidas por Copeco.
En la capital de Honduras continuarán las bajas tempertaturas y los vientos rachados, por lo que se mantiene el monitoreo de rótulos alto y árboles que podrían ceder ante la fuerza de los ráfajas de aíre que proceden del noroeste.
La población debe estar vigilante de los descensos de temperatura, especialmente en horas de la madrugada y en la tarde noche, y mantener abrigados a niños y personas de la tercera edad, que son los más propensos a las enfermedades respiratorias.