Honduras

Castellanos: La madre coraje de Honduras

El diario español El País publicó un artículo que narra la lucha de la rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras para que se esclarezca la muerte de su hijo Rafael Alejandro Vargas.

07.04.2014

El diario El País de España publicó en su portal un reportaje sobre la rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Julieta Castellanos, en el que narra su lucha porque se esclarezca el crimen de su hijo Rafael Alejandro Vargas Castellanos, de 22 años, y un amigo, Carlos Pineda Rodríguez. El artículo fue redactado por el periodista nicaragüense Carlos Salinas.

A continuación el artículo publicado por el diario El País:

La rectora de la principal universidad del país inicia una lucha contra la violencia, la corrupción y la impunidad en la nación con más homicidios del mundo

Julieta Castellanos, rectora de la principal universidad de Honduras, nunca se imaginó que la violencia que desangra a su país la iba a golpearla directamente. El 22 de octubre de 2012 las páginas de sucesos de El Heraldo, de Tegucigalpa, abrían con la noticia de otro homicidio.


“Asesinan a hijo de la rectora de la UNAH”, informaba el titular. Los cuerpos de Rafael Alejandro Vargas Castellanos, de 22 años, y un amigo, Carlos Pineda Rodríguez, de 24, fueron encontrados en una carretera al sur de la capital hondureña. Fueron baleados por policías. Su muerte indignó al país que tiene la triste notoriedad de ser el más violento del mundo.

Castellanos había logrado fama en su país por intentar modernizar la Universidad Nacional Autónoma de Honduras. Además, había comenzado una cruzada contra la impunidad al formar parte de la Comisión de la Verdad y Reconciliación Nacional, organización encargada de esclarecer los hechos relacionados al golpe de Estado que sacó del poder, a punta de pistola y en pijama, al entonces presidente Manuel Zelaya.

Desde su posición académica, Castellanos fundó también el Observatorio de la Violencia en la UNAH, un centro que analiza el terror que ahoga Honduras. El trabajo de Castellanos había calado entre muchos de sus compatriotas, pero fue el asesinato de su hijo a manos de policías lo que parece haber despertado a los hondureños y elevado a Castellanos a una especie de héroe nacional.

“El crimen de su hijo no la amilana, ni la aparta tampoco de los compromisos con la paz y la institucionalidad que ya tenía desde antes”, escribió sobre ella el escritor nicaragüense Sergio Ramírez. “El pueblo hondureño debe estar agradecido con doña Julieta Castellanos, porque es la única persona que ha alzado su voz para denunciar tanta corrupción, tanta miseria, tanta impunidad, tanta inseguridad”, subrayó el profesor hondureño Horacio Elvir Rojas.

Castellanos ha iniciado una campaña para exigir la depuración de las fuerzas policiales, ha emprendido una guerra pública contra los cárteles de la droga y ha demandado el fortalecimiento de las instituciones públicas al presidente Porfirio Lobo, quien, a diez meses de dejar su cargo, ha ordenado una “limpieza” de la Policía, institución de la que han sido retirados ya 200 oficiales, de un total de 14.000.

“El Presidente se ha convencido de que el problema es más grave de lo que él pensaba y ha cambiado al director de la Policía. Se ven acciones que son de impacto. Sin embargo, por la gravedad del problema, no es suficiente que haya una depuración de la Policía, sino que debe haber también un plan de seguridad que controle el crimen de alto perfil y los delitos de extorsión y secuestro. Me parece que a diez meses de que el Gobierno del presidente Lobo termine, él está convencido que algo más tiene que hacer”, dice Castellanos.

La rectora habla pausado, con claridad, pero antes de responder analiza sus comentarios. Concede el beneficio de la duda a la lucha contra la criminalidad de Lobo, a pesar que durante su mandato Honduras se ha puesto a la cabeza mundial en cuanto a homicidios: 85 por cada cien mil habitantes. El Observatorio de la Violencia que dirige Castellanos reporta 20.513 muertes en los años del Gobierno de Lobo, 7.172 solamente el año pasado.

“Creo que el Presidente se ha ido dando cuenta con el paso de los meses lo insuficiente de las acciones que se han tomado. Tengo la impresión que hasta 2011 él creía que los hechos de violencia que se daban eran aislados, que no era un problema institucional. Nosotros sí lo veíamos como un problema institucional, porque los criminales en lugar se de ser entregados a la justicia fueron protegidos, liberados”, explica Castellanos.

“Me parece que el presidente está viendo que no puede dejar de tomar medidas. Con los datos de homicidios de este primer semestre, cuando ha habido un aumento de los casos, él se va a dar cuenta que lo hecho hasta ahora no es suficiente.

El asumió un compromiso público de campaña con el tema, su partido pretende ganar nuevamente, y creo que éste será un tema que va a salpicar la campaña si no hay resultados que muestren que esa tendencia se está revirtiendo”, agrega. Las elecciones serán en noviembre.

La corrupción carcome a la Policía. Fueron cuatro oficiales los que asesinaron al hijo de Castellanos y su amigo cuando los muchachos regresaban de una fiesta. Uno recibió tiros en la espalda, luego fue rematado. El otro murió de un tiro en la cara. Las investigaciones, en las que la misma Castellanos se puso a la cabeza, dieron con los culpables de los delitos.

Pero en Honduras queda la duda sobre la relación de jefes de la Policía en estos homicidios. “[Los policías] eran criminales que hacían eso con frecuencia: le quitaban los vehículos a los chicos. Fue un robo, no era porque era mi hijo. Es más, si hubieran sabido que es mi hijo no lo hubieran asesinado, porque no había ninguna relación adversa con la Policía, ni de la Universidad, ni de mi persona. Eran asaltantes, una banda.

Lo que no se ha podido establecer es la conexión de esa banda con los oficiales, porque no operaba aisladamente. Todos eran parte de algo, y esa es la relación que no hemos podido definir. Para nosotros no es suficiente que se investigue a los cuatro oficiales que participaron directamente, el interés del fortalecimiento institucional pasa por establecer la relación entre estos policías de calle, criminales, con sus superiores”, dice Castellanos.

La rectora asegura que su lucha contra la impunidad no se detendrá. Sueña con un país distinto. Es la deuda con su hijo. No tiene miedo, a pesar de saber que se enfrenta a grupos poderosos.

“No puedo darle la espalda a Alejandro y Carlos, no puedo callar. Eso no es paz. No se puede vivir con miedo. Yo no podría tener a mi hijo asesinado y por miedo guardar silencio. Eso nunca se lo haría a Alejandro. Me tocó luchar y voy a luchar”, asegura Castellanos.