Personal médico del Hospital Escuela Universitario
realizó el jueves una operación para separar a los siameses que nacieron el domingo en ese centro asistencial y aunque la cirugía fue exitosa, uno de los bebés perdió la vida horas después.
La intervención quirúrgica inició a las 6:00 AM y al filo del mediodía ya se había realizado la separación de los cuerpecitos; no obstante, ambos seguían en el quirófano bajo atención de equipos de médicos especialistas y cirujanos.
Se trata del primer caso de siameses que se registra en 15 años en el principal centro asistencial de Honduras.
Aunque en un inicio se informó que se trataba de siamesas, se confirmó que en realidad los bebés son del sexo masculino.
Los siameses son hijos de una
hondureña
originaria y residente en la zona sur del país.
La inusual condición de los hermanitos fue detectada mediante ultrasonido la semana anterior y se programó el parto para el domingo 18 de agosto.
Los siameses estaban unidos a la altura del vientre y, según los médicos, no compartían el corazón, pero sí parte del hígado y del intestino.
Los doctores informaron minutos después de la cirugía de separación que uno de los bebés se encontraba en condición crítica y, el otro, estable, con un 60 por ciento de probabilidades de vida.
Mario Noe Villafranca, especialista en cirugía general, indicó que 'se pudo hacer la separación del hígado y cirujanos cardiovasculares hicieron la separación del esternón y pericardio (una de las membrana que envuelve al corazón)'.
El exministro de Salud, explicó además que después de la primera cirugía, el personal médico realizó una corrección en el corazón del pequeñito que presentaba complicaciones en dicho órgano; pero 'ahí ya no soportó y lamentablemente falleció'.
'Estaba grave y tenía menores posibilidades de sobrevivir. Llegó vivo a la segunda cirugía, se hizo, la soportó, pero él estaba en graves condiciones', detalló.
Murió José Esaú
Sus ojos se fijaron en la profundidad del pasillo de la sala de operaciones. Una mujer vestida de verde camino hacia él con una inesperada noticia: uno de sus hijos falleció.
Como si se tratara de un filoso cuchillo, la noticia partió en dos su corazón y una de estas partes murió con el que recibiría el nombre de José Esaú.
En los ojos de Ángel Noel Godínez, padre de los siameses nacidos el pasado sábado en el hospital Escuela, se reflejó el dolor y la incredulidad de aceptar la voluntad de Dios.
“Le pedí que los ayudara a resistir, pero Dios me lo llevó”, fueron las primeras palabras que este humilde campesino expresó minutos después de conocer la noticia.
El cuerpo del menor fue trasladado hasta la comunidad de Concepción de María, Langue, donde será sepultado por su padre y su madre Ingrid Hernández.
Sin embargo, la lucha de esta joven pareja, que ya habían procreado a un menor hace cuatro años, continuará a la par del menor sobreviviente.
“Les habíamos escogido nombres bíblicos porque Jacob y Esaú eran mellizos y estaban peleando por nacer dentro de la madre”, comentó el afligido padre.
“Ahora solo queda pedirle a Dios que cuide la vida de Jacob”, añadió. Ángel y su familia son campesinos de escasos recursos económicos, si usted desea colaborar con la pareja puede comunicarse al 3397-0844.
El otro bebé, Josué Jacob, aunque se encuentra delicado, permanece en condición estable, por lo que fue ingresado a la sala de Cuidados Intensivos Pediátricos. Se espera que evolucione favorablemente.
En la intervención participaron tres anestesiólogos, dos residentes de Anestesiología, dos cirujanos cardiovasculares, un cirujano pediatra, un cirujano plástico, un cirujano general y dos residentes de cirugía.
El caso anterior de siameses que se registró en el Hospital Escuela fue de hace 15 años. Las criaturas fueron enviadas a Estados Unidos
para su separación.