El consumo de bebidas energizantes en el país cada día se ha hecho más frecuente, pero el abuso en el consumo y los cruces con sustancias alucinógenas pueden ocasionar graves afecciones cardíacas y estomacales.
Las bebidas energéticas son bebidas sin alcohol que desde hace más de una década han salido al mercado mundial para ofrecer al consumidor supuestas virtudes regeneradoras de la fatiga y el agotamiento, además de aumentar la habilidad mental y desintoxicar el cuerpo.
Parte de la sensación de bienestar producida por las bebidas energéticas es a causa de un efecto energético que se produce por la acción de sustancias psicoactivas como la cafeína y la taurina que actúan sobre el sistema nervioso central.
Actualmente, autoridades del Instituto Hondureño para la Prevención del Alcoholismo, Drogadicción y Farmacodependencia (Ihadfa) analizan con diputados del Congreso Nacional la creación de una ley que regule la venta de bebidas energizantes al igual que las bebidas alcohólicas.
El objetivo del Ihadfa es lograr que este producto solo sea vendido a mayores de 21 años con el fin de evitar que los menores de edad las usen combinadas con alcohol y otras drogas supuestamente para obtener “mejores sensaciones”.
El riesgo
El problema es que estas “mejores sensaciones” pueden traducirse en daños irreparables en la salud de quien lo consume.
Según la doctora Delia Padilla, gastroenteróloga del hospital San Felipe, solo el consumo de las bebidas energizantes puede producir inflamación o lesiones en los órganos intestinales.
“Lo que produce es una inflamación a nivel del tejido intestinal del estómago, puede también aumentar síntomas como reflujo y al mismo tiempo producir daños a nivel de la mucosa del esófago produciendo esofagitis secundaria a una gastritis”.
Explicó que una vez ocasionado el daño, las personas pueden empezar a presentar síntomas como sensación de llenura, distensión (cambio en el tamaño o forma de un órgano), dolor abdominal, sensación de vómito y en ocasiones en pacientes adultos dolor a nivel retroesternal (la parte del tórax por encima del diafragma).
Lo grave
Además de daños irreparables, las bebidas energizantes pueden ocasionar daños graves en el corazón que representan peligro para la vida.
Según el doctor Lenín René Bulnes, especialista en cardiología del hospital de Especialidades del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), pese a que no existe evidencia científica que avale el desuso de esta bebida, se conoce, en países como Estado Unidos, sobre un incremento del número de pacientes que ingresan de emergencia por consumo de bebidas energizantes.
“La bebida energizante lo que tiene fundamentalmente es la cafeína y la taurina que es aminoácido que proviene del pescado, eso hace que de cierta manera aumente la contractilidad del músculo cardíaco y aumenta la frecuencia”, explicó Bulnes.
Señaló que estos componentes en exceso tienden a subir la presión sobre todo en pacientes que sufren de cardiopatías o arritmias.
“Desencadenan los eventos que quizás no tenían en ese momento, haciendo por lo tanto a un grupo de pacientes constituidos como pacientes de riesgo para la aparición de afecciones cardiovasculares”, indicó.
Bulnes indicó que los efectos de esta sustancia se agudizan cuando se utilizan con sustancias alucinógenas.
Detalló que es muy frecuente que las bebidas energizantes sean utilizadas por jóvenes en períodos de estudio, trabajadores del área de vigilancia o personas que supuestamente quieren aumentar su rendimiento.
