La Organización de Estados Americanos (OEA) abrió este sábado la mesa para dialogar sobre la lucha contra la impunidad y la corrupción.
El organismo asumió la dirección y coordinación del diálogo nacional convocado por el presidente Juan Orlando Hernández para buscar consensos y mejorar la aplicación de la justicia en el país.
De momento habrá apoyo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en la preparación de la metodología mediante la cual se llevará a cabo el proceso.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, fue quien declaró ayer abierta la mesa para dialogar al presentar al experto chileno, John Biehl del Río, como facilitador del proceso hondureño.
“Es muy importante que todas las partes que tienen algo que decir se sumen al diálogo”, manifestó el representante del organismo durante la presentación del mediador extranjero.
Almagro encabezó la mañana de ayer junto al presidente Hernández un encuentro con los facilitadores judiciales de Honduras para intercambiar experiencias sobre su labor.
Este es un programa en materia judicial que es auspiciado por la OEA en el país en apoyo a las autoridades operadoras de justicia.
Los facilitadores judiciales ayudan en todo el territorio nacional como auxiliares de los jueces de Paz, como conciliadores ante situaciones o casos de conflictividad y en la asesoría sobre aspectos legales, entre otras funciones.
El encuentro se produjo en las instalaciones de un hotel de la capital con la participación del presidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Jorge Rivera.
Diálogo
Tras el evento, el secretario general de la OEA fue recibido en Casa Presidencial, donde hizo la presentación oficial de Biehl del Río como facilitador del diálogo.
La presentación se realizó durante un acto en el que participaron el presidente de la República, el canciller Arturo Corrales, el titular del Poder Judicial, diplomáticos y miembros de la sociedad civil.
Durante el acto el presidente Hernández manifestó que la llegada de la OEA permite a los hondureños comenzar a construir un esquema que ayude a fortalecer las acciones contra la impunidad y la corrupción.
“Es fundamental para el país instalar una cultura de transparencia, de lucha contra la impunidad y la corrupción”, dijo el titular del Poder Ejecutivo.
Agradeció la respuesta tanto de la OEA como de la ONU al apoyar el diálogo entre los hondureños, así como el respaldo de las iglesias Católica y Evangélica, que se han sumado al proceso como facilitadores nacionales.
Tras la presentación, las autoridades del Poder Ejecutivo y los representantes de la OEA comparecieron ante los medios de comunicación en las gradas de Casa Presidencial.
Puertas
En sus intervenciones el facilitador de la OEA anunció que tocará todas las puertas y señaló que entrará a todas aquellas que se abran, pues ese es el modelo de diálogo que Honduras requiere.
“Yo golpearé todas las puertas y entraré a todas aquellas que se abran, ese es el modelo de diálogo que Honduras quiere establecer para que su democracia jamás pueda ser derrotada, es un comienzo, es un paso intermedio, pero así vive un demócrata la vida entera y así va a suceder ahora”, dijo Biehl del Río.
Anunció que como invitado a participar en el diálogo las decisiones que se adopten serán de los hondureños y amplió que el tratamiento y la metodología del mismo serán definidos en los próximos días.
“Yo tengo ya algunas personas agendadas y trataré que todas las personas estén agendadas desde los sectores de los indignados, los partidos políticos... este diálogo llegará un día que sea permanente y fluido”, indicó.
Con la instalación de la mesa de diálogo todos los sectores del país tendrán la posibilidad plantear sus propuestas encaminadas a eficientar la aplicación de la justicia en el país.
El gobierno ha planteado como punto de partida la creación del Sistema Integrado Hondureño de Combate a la Impunidad y la Corrupción (SIHCIC).
Para garantizar su eficacia el gobierno plantea que se integre a jueces y juristas nacionales e internacionales.
El sector de los “indignados” y la oposición política proponen, por su lado, la instalación de una Comisión Internacional Contra la Impunidad, como la que funciona en Guatemala.
Reuniones preliminares
En horas de la tarde el secretario de la OEA y el facilitador Biehl del Río sostuvieron una serie de reuniones preliminares al diálogo con varios sectores del país.
Los representantes del organismo dialogaron por 30 minutos en la sede de la OEA en Tegucigalpa con los representantes de los “indignados”, los jóvenes Ariel Varela y Miguel Briceño.
Ambos llegaron hasta la sede del organismo con antorchas apagadas en mano para plantear que se instale la Comisión Internacional contra la Corrupción para que investigue varios casos de corrupción en el país.
“Hemos planteado que se requieren profundas reformas al sistema de justicia en el país, el endurecimiento de penas para los que cometen actos de corrupción”, expresó Briceño.
También fueron recibidos en la sede del organismo por 30 minutos el expresidente Manuel Zelaya y algunos dirigentes del Partido Libertad y Refundación (Libre).
Zelaya mostró un planteamiento en el que solicita la instalación de la Comisión Internacional contra la Impunidad, la anulación de la sentencia que estaría habilitando la reelección presidencial y la aprobación de una nueva Ley Electoral.
Asimismo, llegó el dirigente del Partido Anticorrupción, Salvador Nasralla, quien planteó a los representantes de la OEA que el país requiere justicia y la aprobación de una nueva Ley Electoral “para que haya democracia”.
También acudieron a la sede de la OEA la presidenta del Comité Central Ejecutivo del Partido Nacional, Gladys Aurora López, y el diputado nacionalista Oswaldo Ramos Soto.
Fueron recibidos además miembros y dirigentes del Partido Liberal y para este día se espera la llegada de otros grupos de la sociedad para ahondar sobre el proceso de diálogo nacional.
Cabe señalar que el pasado 23 de junio el presidente Hernández llamó a todos los sectores del país a sentarse a la mesa para discutir acciones que garanticen el combate a la corrupción y la impunidad. Luego, el 25 de junio pidió a la OEA y a la ONU apoyar en calidad de facilitares el diálogo ante la negativa de varios sectores de sentarse a dialogar.
El diálogo fue propuesto en medio de los reclamos del movimiento de los “indignados”, que durante varias semanas viene exigiendo mediante la Marcha de las Antorchas un alto a la corrupción.
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