Tegucigalpa, Honduras
“Estos no son estudiantes de la UNAH. Ellos fueron traídos en buses de la colonia El Pantanal por el FNRP”.
Ese fue el mensaje que escribió la rectora Julieta Castellanos en su cuenta de Twitter, un día después de los disturbios que se registraron frente a la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
Las personas que participaron en las protestas y en el zafarrancho el miércoles “no son estudiantes universitarios, andaban tal vez unos veinte de la universidad”, enfatizó Castellanos.
La funcionaria dijo: “A mí me sorprende que el Frente Nacional de Resistencia Popular critica al presidente de la República, Juan Orlando Hernández, porque contrata buses para sus manifestaciones, y ellos (los de la resistencia) hacen lo mismo, porque para hacer el desorden ayer en las afueras de la Universidad, fueron a traer gente en buses a El Pantanal y esos además andaban con chimbas”.
En un tono molesto por lo ocurrido en el interior de los predios de la máxima casa de estudios, la rectora aseguró: “Cualquier hecho de violencia que pase en la Universidad, en el contexto de estas protestas donde traen jóvenes que vienen con armas hechizas, va a ser responsabilidad del Frente Nacional de Resistencia Popular y de la Oposición Indignada que dirige Miguel Briceño”.
A Castellanos se le consultó si las autoridades universitarias van a realizar una investigación de los hechos ocurridos, donde algunos de los manifestantes andaban armados, y fue clara al afirmar que “sí vamos a investigar todo lo que ha ocurrido, porque también andaban unos tres profesores y vamos a ver si andaban como observadores sociales o como activistas y también tirando piedras”.
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Violenta protesta
Desde las 9:00 de la mañana y hasta pasadas las 12:00 del mediodía del miércoles, un pequeño grupo de personas, la mayoría encapuchadas, se tomó el bulevar Suyapa, frente a las instalaciones de la máxima casa de estudios. Uno de los principales agitadores fue Miguel Briceño, dirigente de la Oposición Indignada, quien llegó al grado de retar a los miembros de la Policía Nacional para que se enfrentaran a los manifestantes.
Debido a los actos violentos que fueron protagonizados por Briceño junto a las personas que andaban con chimbas y bombas molotov, los agentes que participaron en el operativo de desalojo determinaron capturarlo ya que era el que estaba incitando a la sedición a los demás manifestantes y agitando las masas a participar y provocar disturbios y desorden en la vía pública, donde se generó un fuerte congestionamiento vehicular.
Batalla campal
Las personas que participaron en la protesta, que se convirtió en una batalla campal, dejó personas y policías heridos.
Los indignados lanzaban piedras contra las dos tanquetas que se habían estacionado cerca de la UNAH como medida de disuasión y con ello evitar que se tomaran las dos trochas del bulevar Suyapa.
Los agentes de la Policía Nacional y del Comando de Operaciones Especiales (Cobras), que llegaron para dar seguridad a la población y a los bienes de las personas, lanzaron gases lacrimógenos y utilizaron sus escudos para defenderse de la “lluvia” de piedras lanzadas por el pequeño grupo de personas que protestaban en demanda de que en el país se instale la CICIH