Los últimos acontecimientos en los que se ha atentado en contra de policías penitenciarios no solo denotan operaciones bien planificadas, sino también encargos desde el interior de los centros penales, sin importar la hora, el lugar ni que existan sistemas de vigilancia para su consumación.
Así lo consideró el analista en temas de seguridad, Luis Maldonado Galeas en una entrevista concedida a EL HERALDO, quien destacó que 'se puede identificar ahí que hay premeritación, planificación y capacidad a la hora de ejecución del acto criminal, coordinación y algunas medidas de protección'.
'Son diferentes los escenarios, pero mi impresión es que pueden ser un encargo desde el mismo centro penal, se trata de una operación dirigida desde su interior', agregó.
El general de las Fuerzas Armadas en condición de retiro aseguró que en estos casos se evidencia rapidez para hacer los ataques al igual que facilidad para salir de la escena del crimen.
Aunque no se puede garantizar que en estos casos existe una vinculación directa con miembros activos de la Policía Nacional, podrían estar implicados personal cancelado o retirado de esta institución armada, indicó.
Un total de tres custodios penitenciarios han perdido la vida en dos ataques perpetrados por sujetos fuertemente armados, los cuales se suscitaron en un centro hospitalario privado de la capital y el más reciente en plena calle del barrio Las Palmas de San Pedro Sula.
Capacitación y adiestramiento
'La gente que se retira o que es cancelada del servicio de la Policía no podemos descartar de que pudieran encontrar como una forma de agenciarse fondos el hecho de brindar capacitación a estructuras criminales a cambio de pagos para darles el adiestramiento que se requiere en este tipo de operación', detalló Maldonado Galeas.
Sostuvo que con estos actos se crea una fuerte intimidación en la labor de los custodios penitenciarios, envíandoles un mensaje de no oponerse a la liberación de algún integrante de alto perfil de una organización ilícita.
El exjerarca de la institución castrense enfatizó que 'la única explicación que esto puede tener es que el encargo salió desde el centro penal dado que se conocía el itinerario, quienes dirigieron la operación sabían la ruta que estos custodios pudieran seguir y entonces hacer la coordinación desde adentro'.
Técnicas criminales
El uso de las mismas armas de reglamento de estos agentes para asesinarlos a sangre fría es parte de técnicas criminales para mantener una mayor protección desde la perspectiva de la utilización de medios probatorios de un delito, mencionó el experto.
Entre más se oculte la evidencia, más difícil resulta para los sistemas de investigación dar con los verdaderos culpables', resaltó el entrevistado.'Los criminales pueden saber que están las cámaras de video, pero lo que más les interesa a ellos es que en el ambiente en el cual cometen el crimen no haya presencia policial inmediata y tenga las suficientes rutas de escape', concluyó.
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