Honduras

¡Hasta siempre, querida Normal Mixta Pedro Nufio!

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20.08.2016

Tegucigalpa, Honduras
Sus uniformes blanco y rojo (ocre, como muchos le llaman) los hacen inconfundibles, verlos pasar es saber que ellos serán la próxima generación de docentes que servirán al país ofreciendo su conocimiento.

Este año, la histórica e insigne Escuela Normal Mixta Pedro Nufio se despide para siempre de la enseñanza de la docencia a jóvenes colegiales.

Debido a la transformación de las 13 escuelas normales del país, la Pedro Nufio pasará a especializar a los docentes que están en servicio y no recibirá más a los muchachos soñadores que desean ser maestros.

Para la actual directora de la institución, Leyla Flores, estos meses que restan del año son emotivos ya que serán los últimos que verán la alegría y la energía de los muchachos “normalistas”, como se les conoce.

“Cerramos la celebración del 43 aniversario de la Escuela Normal Mixta Pedro Nufio, podemos decir que estamos orgullosos de la institución, es una institución insigne donde nos hemos formado los docentes de todo el país y a pesar de que a nivel nacional existen trece escuelas normales, la Pedro Nufio tuvo estudiantes de toda Honduras”, manifestó.

Si se habla de comparar la vocación que sentían los jóvenes en los primeros años de funcionamiento en comparación a la de los que han ingresado en los últimos años, manifestó que no ha cambiado.

“Quien abraza la carrera del magisterio tiene que tener vocación, tiene que creer en la transformación de otras personas porque eso es lo que hacemos los maestros”, comentó Flores.

En la plaza principal de la Escuela Normal, una estatua de don Pedro Nufio agradece su entrega al país (Fotos: Efraín Salgado/EL HERALDO)

Historia
La histórica institución fue fundada en 1879 por don Pedro Nufio.

Este era un colegio de segunda enseñanza para la formación de maestros y bachilleres.

Los primeros egresados fueron Salvador Moncada y Gilberto Gamero, como maestros, y Modesto Armijo y Ambrosio Ponce como bachilleres.

En este colegio se fundó un teatro, que hizo representaciones de buenas obras de autores españoles. Los artistas eran los alumnos de mayor edad. Las celebraciones de las fiestas cívicas eran famosas.

Algunas destacadas señoritas de la ciudad tuvieron la suerte de realizar estudios de magisterio bajo su acertada dirección, entre ellas Trinidad Gamero, que ejerció esa noble profesión por varios años.

Fue hasta años después que la Normal de Señoritas y la Normal de Varones fueron fusionadas.

En 1973 ambas instituciones funcionaron como una sola. Desde entonces y hasta la fecha, la institución ha graduado a 25,590 maestros a nivel nacional.

“Una característica de la escuela es que en ella hemos recibido estudiantes de los 18 departamentos, hemos graduado a 25,590 maestros de primaria”, manifestó la directora.

La primera generación de graduados de la Normal, una vez realizada la fusión, fue en el año de 1975.

Desde entonces, el tiempo parece apresurado y para la directora hablar de su formación dentro de la Normal es como hablar de ayer.

Cambios
Muchas cosas han cambiado desde que la Normal inició sus operaciones. Para empezar, su uniforme no era exactamente el que todos conocemos.

Según el relato de la maestra, el uniforme original era color beige en la camisa y ocre en el pantalón.

Sin embargo, de esos dos colores, el único que resistió fue el ocre.

“El ocre es el color distintivo del estudiante normalista. En 1982, cuando se estableció el uniforme oficial del gobierno, la normal lo que cambió fue la cubayera blanca, pero mantuvo el color ocre”, explicó.

Esto no pasó con todos los colegios, sino solo con los que eran insignes de la educación del país.

Esta es una de las participaciones de la Normal en los desfiles patrios, en los que arrancó fuertes aplausos.

Esta es una de las participaciones de la Normal en los desfiles patrios, en los que arrancó fuertes aplausos.

Hechos
Si usted fue normalista, seguramente tiene miles de anécdotas que recuerda sobre esos largos pasillos de colegio.

Pero hubo una historia triste que marcó para siempre el nombre de la Normal y un nombre que seguramente jamás será olvidado: Ricci Mabel Martínez.

Ella era originaria de La Ceiba y cursaba el tercer año de magisterio en la Escuela Normal Mixta Pedro Nufio.

Su novio había sido reclutado para cumplir el servicio militar obligatorio, por lo que Ricci Mabel decidió visitar el Batallón de Comunicaciones en las afueras de Tegucigalpa.

Ese mismo día Ricci desapareció, fue violada y asesinada, según los exámenes forenses que se realizaron en aquel entonces.

Su cuerpo fue encontrado el 15 de julio de 1991, cerca de un arroyo. Dos de los sospechosos en el caso fueron el coronel Ángel Castillo Maradiaga y Santos Ilovares Fúnez.

Ese hecho todos los normalistas de esa época lo recuerdan y los que no, por lo menos del nombre de la joven hace eco.

Su historia quedará para siempre en las paredes de la institución, en donde emerge una placa conmemorativa.

Último aniversario
En un ambiente festivo se encuentra la Normal. Sus estudiantes se pasean contentos y vivaces, muchos quizá no comprendan lo dichosos que son de pertenecer a la última generación de maestros que saldrá de tan noble institución.

El pasado viernes, con música moderna, con peinados muy distintos a los de los años 70 y con una sonrisa que encantaba, varias señoritas mostraban sus simpatías ante un estricto jurado.

La última novia normalista fue premiada. La afortunada que pasará a la historia como última soberana es Azucena Mendoza, una esbelta jovencita que se ganó el corazón de todos los presente con su gracia sobre la pasarela.

Así pasaron los años sobre la Normal. Así la noble institución firma su nombre con letras de oro en los anales de la historia hondureña. ¡Hasta siempre a la Normal Mixta!