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Los filmes centroamericanos que buscaron una nominación al Oscar

Las obras cinematográficas del istmo que compitieron por ser nominadas a Mejor película en lengua extranjera en los premios de la Academia

19.10.2019

TEGUCIGALPA, HONDURAS.-El 7 de octubre la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas anunció la lista definitiva de las obras que optarán por una nominación a Mejor película internacional (cambio realizado el pasado 19 de abril en vez de Mejor película en lengua extranjera).

Una cifra récord de 93 filmes, de 94 países que postularon, fueron inscritas por haber cumplido una serie de requisitos, entre ellos que hayan sido estrenadas entre el 1 de octubre del año pasado y el 30 de septiembre del año en curso en salas comerciales del país de origen, que la totalidad o la mayor parte del filme esté en un idioma distinto al inglés y, en el caso de las coproducciones, que la mayor parte de la producción sea de la nación postulante.

De Centroamérica, tres filmes irán en pos de la ansiada nominación, pero, ¿sabe qué otras películas del istmo en su momento participaron?

El debut de ensueño del istmo

Desde la inauguración de la categoría a Mejor película en lengua extranjera en 1956 (en la que apenas ocho países postularon y el Oscar se lo llevó Federico Fellini con La Strada), el cine centroamericano estuvo ausente en esas altas esferas por tres décadas, pero todo cambió en los turbulentos años 80.

En 1982 se estrenó “Alsino y el cóndor”, una coproducción entre Nicaragua, Costa Rica, México y Cuba dirigida por el chileno Miguel Littín, en el que un niño aldeano vive su infancia en un entorno bélico típico de la Guerra Fría, que lo hace madurar de golpe y le despierta la rebeldía.

Ese año 25 países postularon su película más representativa y Nicaragua con “Alsino y el cóndor” logró no sólo ser el primer país del istmo en competir oficialmente, sino que alcanzó una de las cinco nominaciones, en lo que hasta la fecha sigue siendo el mayor hito del cine centroamericano en los Oscar. Como dato curioso, ese año uno de los filmes que no logró la nominación fue “Fitzcarraldo” de Werner Herzog, una obra maestra.

En 1988 el cine nicaragüense volvió a representar al istmo, esta vez con “El espectro de la guerra”, un drama bélico en el que un bailarín costeño renuncia a sus estudios para combatir a los Contras. Esta coproducción entre Nicaragua, México, Cuba y España dirigida por Ramiro Lacayo Deshon fue uno de los 31 filmes admitidos.

La soledad de Neto

La década de los 90 fue desoladora para la producción fílmica de la región. Tras la pacificación, decayó el cine en Nicaragua por falta de apoyo externo.

En esa coyuntura, Guatemala debutó en la competición en 1994 con la mejor película centroamericana de los 90: “El silencio de Neto”, de Luis Argueta, un drama que muestra, desde la mirada de un chico, la erosión de la familia y sociedad guatemalteca previo al golpe de Estado a Jacobo Arbenz en 1954.

Costa Rica y Panamá constantes

El cine del istmo volvió a competir hasta en 2005 con el debut de Costa Rica: “Caribe”, de Esteban Ramírez, donde confluyen el romance y la denuncia ambiental.

En 2010 reapareció el cine tico con “Del amor y otros demonios”, de Hilda Hidalgo, adaptació de la novela de Gabriel García Márquez y con actuación del mexicano Damián Alcázar. Y ese año, además de Costa Rica, entre las 66 postulaciones estaba una de Nicaragua, “La yuma”, de Florence Jaugey, la historia de superación de una boxeadora en un entorno pobre y machista.

En 2014, entre los 83 filmes admitidos, estuvo la película costarricense “Princesas rojas” de Laura Astorga y se produjo el debut de Panamá en esas lides con “Invasión” de Abner Benaim, documental sobre la atroz invasión de EUA a Panamá en 1989.

En la lista de 91 filmes del 2015 estuvo la costarricense “Presos”, de Esteban Ramírez (su segunda vez como director), y la guatemalteca “Ixcanul”, de Jayro Bustamante, un bellísimo crisol de tradiciones de una aldea indígena cercana a un volcán, con diálogos en kaqchikel. Panamá postuló “Caja 25”, de Mercedes Arias y Delfina Vidal, pero no fue incluida en la lista final. En 2016 fueron inscritas la costarricense “Entonces nosotros”, de Hernán Jiménez, y la panameña “Salsipuedes”, de Ricardo Aguilar Navarro y Manuel Rodríguez.

La H en esas “eliminatorias”

Honduras debutó en 2017 al estar entre las 92 películas admitidas. El filme elegido fue “Morazán” de Hispano Durón. Por Costa Rica fue postulada “El sonido de las cosas” de Ariel Escalante y por Panamá “Más que hermanos” de Arianne Benedetti.

En 2018 participaron la tica “Medea” de Alexandra Latishev Salazar y la panameña “Yo no me llamo Rubén Blades” de Abner Benaim (su segunda vez).

Y, finalmente, Honduras reaparece este 2019 con su segunda postulación, “Café con sabor a mi tierra” de Carlos Membreño, y del istmo lo acompañan “El despertar de las hormigas”, de Antonella Sudasassi, de Costa Rica (octava admisión y sexta consecutiva, récord del istmo) y la panameña “Todos cambiamos” de Arturo Montenegro. Los 10 filmes finalistas serán anunciados el 16 de diciembre.

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