TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El jueves 30 de septiembre falleció la profesora emérita de la Universidad de La Habana, Luz Merino Acosta, que además de docente fue investigadora, crítica, historiadora y teórica del arte.
Visitó Honduras en varias oportunidades, pero desde mi experiencia personal la más impactante fue en 1993, cuando asistí a sus conferencias y fueron estas las que me motivaron a estudiar el arte desde la perspectiva crítica y teórica; fue la doctora Luz Merino la que en una conversación personal me motivó a escribir sobre arte, más tarde lo haría Leticia de Oyuela.
En reconocimiento a esta gran intelectual cubana reproduzco este artículo publicado en diario La Prensa, en junio de 1994.
El artículo
Entre los meses de enero y abril de 1993 estuvo en nuestro país la doctora Luz Merino Acosta, curadora del Museo Wifredo Lam de La Habana, Cuba, y experta en el análisis crítico de la obra de arte.
Su presencia fue posible gracias al esfuerzo de Galería Portales que dirige la licenciada Bonnie de García. Sin duda, que la doctora Merino, hizo en su corta estadía un significativo aporte al arte nacional, específicamente a la actividad plástica.
La seriedad para abordar los temas y su prudencia al momento de manifestar sus apreciaciones sobre la calidad de la plástica nacional, reflejaron dos cosas: por un lado, que acercarse a la obra artística con la óptica de crítico es una tarea que requiere de gran responsabilidad y objetividad que sólo el análisis teórico nos puede dar, de esa visión dependerá, en gran medida, la entereza profesional del crítico para emitir juicios.
Por otro lado, esta manifiesta prudencia de la que hablé, deja en claro la intencionalidad de la doctora Luz Merino: su preocupación no era decirnos qué obra tenía calidad y cuál no, su interés estaba en lo metodológico, es decir, en hacernos comprender los principios y los mecanismos que le dan presencia cultural y estética a la obra de arte; esta idea la desarrolló en la conferencia “La problemática de la institución arte”, dictada en dos oportunidades: una en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras y otra en la Galería Portales.
En estas ocasiones, aparte de definir a la Institución Arte como la encargada de reproducir una determinada práctica artística y de ser el espacio que permite la circulación de la obra, señaló lo siguiente: “El proceso del desarrollo del arte no se debe buscar en el contenido sino en la Institución Arte, es decir, en cómo se produce y cómo circula”.
En otro momento de la misma conferencia, la doctora Merino señaló: “La Institución Arte legitima una determinada práctica artística pero también impugna lo que está legitimado cuando hace circular un nuevo lenguaje artístico. Un nuevo saber se expresará en parámetros de cultura artística o artisticidad. Lo nuevo se mueve en el espacio de lo artístico y cuando aparece no deviene estéticamente, solo deviene estéticamente cuando se convierte en un hecho social, cuando se acentúa sobre patrones culturales y forma parte de la psicología social”.
La intención de las citas anteriores tiene la finalidad de enfatizar en el enfoque metodológico de la doctora Merino. Como puede advertirse, existe un interés por señalar la funcionalidad de la Institución Arte y de puntualizar la dimensión histórico-social del arte a partir de los conceptos de cultura artística y cultura estética.
Otro problema que abordó la doctora Merino en su conferencia fue el papel del crítico de arte. Para explicar esto, la doctora partió de la relación que existe entre la obra, el artista y la Institución Arte; al respecto nos dice que “la obra es el vehículo de los valores del artista, el artista crea el valor y la Institución Arte lo reproduce, entre el creador y la Institución Arte se ubica el crítico”.
También enfatizó sobre los distintos niveles en los que se mueve la crítica, estos niveles son: la crítica pública y la crítica autónoma.
La crítica pública “establece y descubre los hechos, busca el sentido fuera de la obra, va a lo denotado, es descriptiva y tiene una función mediadora entre el artista y el receptor”.
La crítica autónoma “es la crítica que va a tratar el arte en un marco conceptual, le interesa interpretar, no describir, en la crítica autónoma el crítico es tan creador como el sujeto de quien se habla, su lenguaje es metalingüístico y necesita de una referencia teórica e histórica”.
A través de estos planteamientos, se puede ver con claridad el carácter didáctico de las conferencias dictadas por la doctora Merino Acosta.
Los elementos teóricos-metodológicos propuestos son de gran importancia para sentar las bases de un discurso crítico serio en Honduras, ya que el gusto estético y la evaluación objetiva de la obra de arte deben acentuarse sobre la base del conocimiento.
La doctora Luz Merino, dictó varias conferencias donde con sobrada solvencia expuso sus tesis sobre arte, cultura y sociedad.
Además de la problemática sobre la Institución Arte, dio cátedra sobre los siguientes temas: la posmodernidad y el arte contemporáneo, el barroco en América Latina, arte y arquitectura; asímismo, participó en la organización de talleres, entre ellos: “Propuesta metodológica para la lectura de la obra de arte”, taller sobre “La producción plástica del colectivo de pintura Guala” y una conversación personal con el autor de este artículo sobre “Las vías de acercamiento a la obra de arte”.
Con la presencia de la doctora Luz Merino Acosta, la Galería Portales muestra una visión amplia sobre el papel de estas instituciones, pues moviéndose más allá de los estrechos límites de la simple comercialización de la obra de arte, ha puesto de manifiesto su preocupación por contribuir al desarrollo de una cultura artística para bien de los creadores, de quienes hemos decidido seguir de cerca estas actividades y, sobre todo, para bien del arte nacional.