TEGUCIGALPA, HONDURAS.- En Chile, más de 30 mil personas visitaron “El sueño inmersivo” de Vincent van Gogh, y en Uruguay el recorrido lo hicieron más de 10 mil personas... En Honduras la exposición interactiva llegará pronto, ¿cuántos la visitarán?
El país recibirá la muestra que ya cautivó a más de 14 millones de personas alrededor del mundo gracias a la producción de En Vivo Producciones y el International Council of Museums (ICOM), con el patrocinio de diario EL HERALDO.
Los organizadores revelaron que la exposición estará disponible durante un mes, aunque aún no ha sido revelada la fecha exacta, así como el lugar y el precio de las entradas.
¿Por qué ha cautivado tanto? Dueño de una fama tardía, Van Gogh era consciente de que no sería un profeta ni en su tierra ni en su tiempo, que lo que hacía cobraría relevancia en el futuro, cuando su cuerpo fuera apenas polvo.
Su período fulgurante de creación fue entre 1880 y 1890, cuando realizó alrededor de 900 pinturas y 1,600 dibujos, que dieron cuenta no solo de su talento, sino también de su agitada salud emocional.
Era el lienzo su terapia, el color su lenguaje, el trazo su escape. El arte fue para Van Gogh su vida y su pasión.El mismo artista expresó en su momento que “puse mi corazón y mi alma en mi trabajo, y he perdido mi mente en el proceso”.
También expresó: “Las pinturas tienen una vida propia que se deriva del alma del pintor”.
Y es así que “El sueño inmersivo” se convierte en un recorrido por el alma del artista, ya que transita no solo su obra, sino por los lugares donde habitó, el tiempo en que pintó y la condición en que fluyó esa creatividad que más de un siglo después sigue siendo valorada, aunque el artista no tuvo vida para darse cuenta del impacto que tendría su creación.
Señala el crítico de arte Carlos Lanza: “Vicent van Gogh siempre supo que su arte era diferente, pero, a su vez, era consciente que nadaba frente a la corriente como les sucedió a todos los pintores de vanguardia de su época, es decir, a los pintores impresionistas.
Supo que su arte estaba ligado a un reconocimiento tardío, fue de los artistas que tuvo claro que estaba en el camino correcto, por eso a pesar del hambre y las múltiples necesidades que padeció, nunca cambió su estilo, lo defendió con pasión, ese fue Van Gogh: una pasión hecha pintura”.
Lanza destaca que cuando el artista se acercó al mercado del arte no fue por el simple acto de vender, sino por la necesidad de que su obra tuviera un reconocimiento social.
Así lo dejó expresado en las cartas que le envió a su hermano, que permiten hacer un relieve de su sentir y pensar respecto a su trabajo y las condiciones en las que lo hacía.
“Pero aquel mercado que ignoró su obra a finales del siglo XIX, se enloqueció con su obra en el siglo XX. El maestro es un ejemplo de lealtad y confianza en su obra, aquel hombre que fue visto como un esquizofrénico que únicamente pintaba manchas, hoy es reconocido como uno de los artistas que revolucionó la pintura”, concluye el crítico de arte.
Las claves de la muestra
- La exposición inicia con un documental que da la bienvenida a los visitantes y explica la dinámica de la instalación.
- Posteriormente se narra con detalle la vida y obra del artista, con una muestra de réplicas de sus pinturas, para luego pasar a la sala inmersiva cuyo recorrido dura poco más de media hora.
- La siguiente etapa de la muestra es la visualización de la obra de Van Gogh con lentes de alta tecnología, a través de la realidad virtual se caminará por la habitación del artista, por la ciudad donde vivió y los lugares que inspiraron sus obras.
- La última fase es el acceso a una sala de arte donde los visitantes podrán dibujar y colorear las obras de Van Gogh.
