“Me considero totalmente feminista”, afirma. Por eso María José Martínez no esconde su malestar ante el rechinar de esos besos que se escucharon a su llegada a Metrópolis para la entrevista: “Habían dos tirándome un pico, ¿por qué se sienten con ese derecho? Es acoso callejero que no me merezco”.
Pero esa molestia no opacará su inherente alegría.
“Soy una persona feliz y aventurera, me gusta estar en movimiento, no me gusta hacer lo mismo porque me aburro rápido, que creo que ese es un defecto, ja, ja, ja”, se describe la creadora del blog “Del timbo al tambo”.
Este portal web, que muestra destinos, gastronomía y la cultura catracha, le ha permitido desarrollar su espíritu viajero.
“Mi pasión es crecer viajando. Salvo Ocotepeque, Gracias a Dios y Guanaja, conozco todo el país”, confiesa la también embajadora de Plan Internacional Honduras y de Voces Vitales Honduras.
Con apenas 32 años, esta capitalina por adopción tiene mucho que contar y Tictac es el mejor escenario para hacerlo. En 1, 2 y 3...
¿Qué tal esa etapa de chiquilla traviesa, María José?
Muy buena. Me acuerdo que todos los domingos íbamos al Zamorano y un día con los primos mayores hicimos una caminata y nos perdimos. Era bonito el lugar donde nos perdimos y cuando logramos salir, nuestros papás nos pegaron una tremenda regañada, ja, ja, ja.
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Percibo que usted es muy expresiva, ¿es así?
Soy una persona sentimental, que me gusta ver seguido a los amigos, siempre soy yo la que está diciendo: ‘¡Ey, reunámonos!’. Yo he sido bien pegada a la gente. Soy súper expresiva, si tengo que llorar, lloro. Saber que le dije todo lo que sentía a una persona me llena.
Hablando de sentimientos, ¿cómo le ha ido en el tema del corazón?
Bien, bien, estoy casada, voy a cumplir tres años en noviembre. Con Charly hemos sido aparte de compañeros de vida, compañeros de trabajo. Emprendimos una agencia de mercadeo y estamos creciendo juntos.
¿Cuando supo que se quería casar con él?
¡Ah!, porque me hacía reír un montón y yo sentí que podía depositar mi confianza en él. Nos llevábamos súper bien, respetaba mi trabajo, mi espacio y mi entorno, porque no a todo el mundo le agrada esta vida de que yo estoy en completo movimiento: hoy en Tegus, al siguiente día en San Pedro Sula, luego en el lago de Yojoa o estoy medio mes de viaje. Era comprensivo y me gustó.
¿Y antes tuvo muchos novios?
Para nada, tuve solamente dos novios oficiales, ja, ja, ja (suelta la risa)... y digo oficiales porque hubo varios no oficiales pues, pero esos no se cuentan, ja, ja. Desde los 16 hasta los 23 años estuve con uno, de los 24 a los 26 anduve con otro y a los 27 conocí a Charly, con quien me casé a mis 29. Yo soy bastante estable.
Me imagino que su gente creía que se casaría con su primer novio, ¿qué pasó?
Pienso que hubo mucha confianza, es raro porque al final lo terminé viendo como hermano, entonces yo creo que allí la chispita del amor y de la picardía se fue apagando. El segundo novio que tuve fue súper patán, ja, ja, ja... y por eso terminó la relación.
¿Qué le hizo como para tildarlo así?
¡Ah!, porque yo estaba súper enamorada de él, me quería casar e incluso empezamos a planificar la boda y me quemó la pata (le fue infiel), entonces me destrozó el corazón. Sufrí mucho, pero al final fue la relación que más me enseñó. Yo después me puse una capa protectora para cuidarme. Yo siempre digo que todos los hombres y las mujeres necesitamos una decepción amorosa para saber qué es lo queremos y qué no queremos. Eso fortalece el corazón.
Háblenos de la campaña “No más”, ¿cómo nació?
Nació de la impotencia que sentía al saber el caso de Alejandra de La Ceiba, esta niña que fue violada por cuatro personas. Le dije a Renata Espinal que tal vez hacíamos una foto controversial para que nuestro mensaje se escuchara y para que la gente supiera que estábamos enojadas. Hasta el 3 de mayo fuimos 87 mujeres a nivel nacional que publicamos la fotografía. Alejandra es hija de un amigo mío, pero yo no sabía que él era el padre de ella.
¿Hizo la campaña sin saber qué la niña abusada era hija de un amigo?
Claro. Alejandro fue nuestro guía en uno de los viajes. Había lanzado la campaña y me di cuenta que era hija de Alejandro hasta que él me mandó un mensaje: “Gracias por la campaña... Alejandra es mi hija”. No puedo explicar cuánto lloré esa noche. Haber hecho esa campaña a favor de una niña que ni siquiera conocía y darme cuenta que era hija de Alejandro me destrozó el corazón. Se lo juro. Ese hecho tan aterrador afectaba a una persona que yo quería un montón, entonces lo hizo más desgarrador y eso nos impulsó aún más a seguir.
¿Fue suya la idea del calzón con el mensaje “no quiero ser violada”?
Sí, simplemente fue utilizado como una herramienta para llamar la atención. Muchas organizaciones se empezaron a unir. Más de 300 empleados de Plan Internacional se tomaron su fotografía y la subieron a redes sociales. Nunca me había sentido tan respaldada y apoyada, y más por organismos internacionales de gran peso.
La campaña fue bien recibida por una parte y mal por otra.
¿Hubo algunos adversos?
Sí. Ese es el tabú de hablar de estos temas y de vivir en una sociedad machista. Estamos acostumbrados a ver al hombre como el líder y proveedor de la casa y no nos hemos metido en la cabeza que esos tiempos han cambiado; por ejemplo: yo aporto lo mismo que mi esposo en el hogar. No pensamos que la población era tan machista, hubo comentarios como que por qué utilizábamos un calzón y se burlaron de la apariencia de las personas que participamos y de los hechos que habían vivido algunas.
¿Pero fue un éxito la campaña por el alcance que tuvo?
Para mí fue un éxito total y fue algo que marcó este año en mi vida y me llenó de amor y pasión por ese tema de las mujeres. Esa campaña se hizo viral. Llegamos hasta CNN y fue algo que jamás nos imaginamos.
¿Usted ha sentido en carne propia el acoso sexual?
Sí, en el ambiente laboral, abuso de autoridad de algunos jefes. Después de “No más”, yo recibía algunos 60 testimonios diarios de mujeres que estaban siendo abusadas o acusadas o que vivieron eso. Me drené totalmente, al punto que tuve que empezar a asistir a la psicóloga porque yo no podía manejar esa situación. En octubre vamos a lanzar una segunda parte junto a Plan Internacional y será una campaña un poquito más fuerte y con un plan de acción.
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¿Por qué ese gusto de viajar tanto por Honduras?
Porque estoy enamorada de este país y porque creo que no todos los hondureños conocemos la Honduras que deberíamos conocer, porque no conocemos la cara positiva de nuestro país. Viajo para recorrer estos rincones mágicos, la gente local, la gastronomía, y mostrarlo para que las personas se den cuenta que vivimos en el país más bonito del mundo. Hace cinco años existe “Del timbo al tambo” y no tengo planes de parar.
¿Qué es lo que muy pocos saben de usted?
Que soy una persona súper frágil, yo me muestro como una persona fuerte, pero realmente soy bien sensible, soy bien sentimental y pongo mis sentimientos antes que cualquier cosa. Son pocas las personas que me han visto débil porque son pocas ante las que yo me abro así.
Tiene tres años de casada, ¿hay planes a corto plazo de ser mamá?
Tengo una perrita que tiene dos meses, pero niños no tengo, no está en mis planes cercanos. Siento que debo desarrollarme un poquito más como persona. Ahorita no tengo el tiempo y también siento que los niños requieren un montón de presupuesto, entonces no tenemos los ahorros necesarios para entrar a esa etapa. Charly tiene un hijo, que va a cumplir 12 años, y lo vamos a visitar al extranjero. Un niño no es prioridad ahorita.