Tegucigalpa, Honduras
En las paredes de su casa, de esas casas viejas de Loarque, sobrevive el eco del famoso programa radial “Cuentos y leyendas de Honduras” y en su segundo piso seguro hay un monstruo del armario que acompañó la niñez de Juan Carlos Fanconi, el director de cine catracho de apenas 37 años que asegura creer en la vida extraterrestre...
Su mente da una y mil vueltas mientras recorre a petición de EL HERALDO esa etapa en la que empezó a grabar su primer esbozo de cine allá en el Liceo Franco; también tocaba música ska en una banda de adolescentes. Ahora ya tiene tres películas y sueña con tocar el cielo con las manos en Hollywood.
“Uno mira a Hollywood como imposible, pero yo siento que no está lejos y no es algo difícil”, dice, mientras abre la claqueta y hace el famoso conteo de su vida: tres, dos, uno, silencio... ¡Acción!
¿Cuándo fue ese momento de tu vida que hiciste clic y dijiste: ‘Quiero dedicarme al cine’?
Estando en segundo curso en literatura nos dejaron de tarea hacer un pequeño libro. Me motivó mucho y entregué una historia de 100 páginas, cuando el maestro había pedido máximo 10. Ahí ya sentí que me gustaba escribir...
¿Y luego qué pasó?
Cuando terminé de escribir esa historia, que curiosamente fue la misma de la película “Almas de la medianoche”, la concebía con imágenes y ahí empecé a interesarme en el cine; en primero de Bachillerato hicimos un corto y yo busqué la forma de hacerlo con una handycam y editarlo con dos VHS. Ahí mismo dije: “Voy a estudiar cine”.
¿O sea que la historia de “Almas de la medianoche” surgió en ciclo común?
Sí. En el colegio se llamaba “La excursión” y mientras estudiaba en Unitec ya la transformé en guión para película como parte de un experimento para aplicar a una beca en EE UU.
En realidad ese experimento se convirtió en “Almas de la medianoche”, que poco a poco se hizo más grande.
¿Te gustaba el terror?
Claro, era fanático de los libros de Stephen King, escuchaba mucho “Cuentos y leyendas de Honduras” y desde chico me gustaba contarles a los amigos historias de terror que yo mismo inventaba.
Bueno, ya para 2012 debutás con “El Xendra” y llevás a la pantalla grande nada más y nada menos que a Diego Vázquez, el DT campeón. ¿Cómo fue eso?
“El Xendra” está basada en unas teorías de escritores peruanos que hablan de extraterrestres que son altos y delgados y andaba buscando quién lo podía personalizar. Un día estaba en un restaurante, lo miré entrar y dije: “Este es el extraterrestre que ocupo”. Mediante amigos lo contacté y aceptó.
¿Le pagaste?
Sí. Realmente fue un cobro simbólico por hacer el papel del extraterrestre.
¿Qué es lo más loco que te pasó en una grabación?
Una noche estábamos rodando “Almas de la medianoche” en una finca por Villa Elena, salida a Olancho, y Maritza Perdomo fue a orinar a un establo oscuro y nadie se dio cuenta; de repente cerraron con llave y ella se quedó adentro por una hora. Pero mirá, cuando nos enteramos la reacción de todos fue empezarnos a reír y ella se enojó tanto que hizo parar la grabación por un día... ja, ja, ja.
Y ahora contame una de “Un lugar en el Caribe”.
Mientras estábamos haciendo una escena en un muelle, un asistente técnico que es de Roatán nos dijo: “Apúrense que va a llover”. Miré al cielo y había un solazo, entonces seguimos grabando. Creo que habían pasado como tres minutos de la toma y cayó una tormenta que ni idea de dónde salió... ja, ja. Casi nos arruina el equipo eléctrico.
¿“Un lugar en el Caribe” es como un golpe en la mesa para decir que el buen cine hondureño está vivo?
Lo que quiere decir “Un lugar en el Caribe” es que Honduras puede hacer cine de exportación. Esperamos llevarla a muchos lugares, incluso una cadena grande como HBO ya mostró interés en tenerla.
¿Y por qué traer entonces a Gastón Pauls, Gabriela de la Garza, Lali González y Rodrigo Guirao Díaz, todos extranjeros?
Fue mi decisión. Uno porque siempre me atrajo el hecho de empezar a relacionarme con actores de trayectoria, en camino a uno de mis objetivos más grandes que es hacer cine en la industria internacional, México, Europa, Hollywood; dos, el guión de la película requería actores foráneos porque la historia trata de extranjeros que llegan a Roatán.
Los hondureños somos jodidos para criticar. ¿Te has molestado alguna vez?
Las críticas de “El Xendra” fueron duras, porque ese tema no le gusta a la gente, pero al final me hizo conocer lo que le gusta al público hondureño y ahora logré hacer una película que le gustara.
¿Y cómo es el público hondureño, Juan Carlos?
Es muy difícil. Lo que he aprendido es que al hondureño definitivamente lo que le gusta es la comedia. A la gente le gusta que la película no lo aburra y que al final sienta una emoción.
Ahora contame algo tuyo. Se te mira una pinta terrible de “noviero”...
Ja, ja, ja... siempre he tenido novia, pero así como tantas no. No paso de 10, pero todas relaciones estables.
¿Y para conquistar a una chava justamente la llevás al cine o no querés saber nada de eso... ja, ja, ja?
Es que mi problema es que no salgo mucho a bares, he sido más de ir al cine o de estar en la casa. Sí he tenido mis etapas de salir, unos dos o tres años, pero como que tanto salir después me aburre.
¿Cuál es el detalle que diste que más recordás?
En el 99 no había los adelantos tecnológicos de hoy y busqué la forma de mandar unas rosas a una chava que me gustaba y que se había ido de intercambio a Italia; no fue fácil, tuve que hacer llamadas y mover contactos para que llegara al otro lado... ja, ja.
¿Y en la cama sos de escribir guiones atrevidos?
Soy atrevido. Es que mi problema es que todo me aburre rápido y eso me afecta mucho. Me gusta el cambio y hacer cosas diferentes. Por eso soy atrevido y me gusta mucho viajar con ella y amanecer en un lugar diferente.
¿Cuánto es lo más que has estado en una relación?
Cinco años. Pero ya voy por los 38 y estoy en una etapa en la que sientes ganas de estabilizarte, quedarte con una persona y pues cambiar la rutina para sentirte bien con ella por si llega el aburrimiento.
Pero ya tenés un hijo, ¿no es así, Juan Carlos?
Sí. Sebastián, de 13, que vive conmigo y mis padres.
¿Y te gustaría que siguiera tus pasos?
En este tiempo ya ha aprendido bastante. Por ejemplo, vimos juntos como 300 veces “Un lugar en el Caribe”, pero no sé todavía si le gusta el cine... sí lo veo muy creativo, le gusta dibujar, hace paquines y veremos si se decide, está en la edad en la que justo yo me involucré en todo esto.
Vaya, vaya, o sea que sos padre soltero, ¿eh?
Lo hemos criado entre los dos. Desde los ocho vivía mitad de semana acá y mitad con la mamá, pero desde hace tres años que vive completamente en mi casa ya que la mamá se volvió a casar y vive en Nicaragua. ¿Si es difícil? Digamos que el mayor crédito es de la abuela... ja, ja.
Leí que uno de tus sueños era llegar a otro planeta. ¿Tan así era?
Es que antes estaba tan metido en las historias de contactos extraterrestres que me hubiera gustado ir. Ciegamente creo que el contacto extraterrestre es cierto y por eso hice “Almas de la medianoche”. Incluso he hablado con gente peruana que ha tenido contacto extraterrestre.
¿Tenés algún amor platónico en el cine?
No es como un amor platónico, pero siempre me ha gustado ver actuar a Emma Watson (la de “Harry Potter” o “La Bella y la Bestia”), veo sus películas solo por ella.
¿Qué película podés ver siempre y no te aburre?
“Bastardos sin gloria”. Siempre que está en la tele la miro, me enamoré del guión y las brillantes actuaciones.