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Julio Quiñónez, subcomisionado de Copeco, y sus picarescas confesiones: 'Ella llegó con novio, pero ¡pobrecito el novio!'

El funcionario conversó con EL HERALDO y reveló al hombre de familia detrás de sus amplios lentes oscuros

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05.07.2019

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Sabe sobre dengue, primeros auxilios, vulnerabilidad, motocicletas y conoce como la palma de su mano la capital de Honduras.

Tiene el don de vender lo que usted quiera. Una vez cambió un carro que parecía imposible de vender por dos terneros, una pistola y 25 mil lempiras... ¡Un negociazo!

Ama a su familia, su trabajo y los animales. Julio César Quiñónez es un hijo pródigo de Tegus que desde los dos meses vivió en el municipio de El Porvenir y que regresó a la Real de Minas para enfrentar huracanes, derrumbes, vientos racheados y lluvias.

Julio, que hoy se desempeña como el subcomisionado para el Distrito Central de la Comisión Permanente de Contingencias de Honduras (Copeco), reveló al hombre de familia detrás de sus amplios lentes oscuros.

Julio Quiñónez ama a sus cuatro amorosas perritas: Nini, Luna, Moly y Mily.

Julio Quiñónez ama a sus cuatro amorosas perritas: Nini, Luna, Moly y Mily.



¿Trabaja mejor solo o en equipo?
Yo no tengo problema en trabajar en equipo, pero sí tengo una personalidad bien marcada. No tengo problema en seguir instrucciones, pero también tengo liderazgo.

¿Y en el hogar, también es bueno para seguir instrucciones?
(Sonríe y mira a su esposa sonrojado) Sí... Aquí es donde mejor sigo instrucciones...

¿Es de familia numerosa?
Yo siempre viví solo con mi mamá, mis papás nunca vivieron juntos, incluso yo llevo los dos apellidos de mi mamá, Quiñónez Espino. Tengo tres hermanos de parte de madre y cuatro de padre.

¿Y a qué se dedicaba su mamá?
Mi mamá (Aurora Quiñónez) fue la enfermera de El Porvenir desde 1974 hasta 2014. A mí en el pueblo me conocen como “Julio, el hijo de Aurora”. Renato Álvarez, que también es de allá, conoce a mi mamá y cuando a él se le enferman los papás es mi mamá quien los atiende.

¿Y aprendió algo de enfermería?
Mi primer curso de primeros auxilios lo hice en 1989, pero yo aprendí a inyectar desde los diez años. Hubo una vez que en un accidente vehicular hubo como 12 heridos en El Porvenir y yo asistí a mi madre.

Desde pequeño, Julio demostraba una amplia sonrisa a las personas.



¿Y por qué no estudió algo relacionado a la salud?
No ha sido lo mío, para mí lograr estudiar ha sido difícil, por el tiempo, la distancia. Yo soy ingeniero en sistemas, yo empecé a estudiar en el 94 y terminé en 2014, pero yo realmente debí ser comerciante.

¿Es un buen vendedor?
Yo soy comerciante individual desde 2006 y he vendido carros y hasta tarjetas de Celtel.

Yo le vendo pistolas, carros, relojes... solo dígame qué quiere vender y yo se lo vendo... ¡Yo te vendo lo que querrás!

Hubo un tiempo en que yo andaba con un maletín vendiendo cosas, ya trabajaba para la Alcaldía. Todavía hoy me siguen buscando para vender cosas.

¿Y ha tenido fracasos?
Sí, la verdad no ha sido fácil, mi fuerte han sido los carros, no es sencillo, los mercados cambian. Yo trabajador sí soy.

Estuve en cama tres meses, cuando perdí mi empleo en 2006, el negocio no funcionaba, me operaron de apendicitis y ese año venían amigos con cien lempiras, un familiar con 200 para ayudarme y así logramos vivir, fue un año muy duro.

Junto a su esposa, Karen Matamoros, el día de su boda por la iglesia cristiana.

Junto a su esposa, Karen Matamoros, el día de su boda por la iglesia cristiana.



¿Cómo llega a la Alcaldía Municipal?
Inicié con Miguel Pastor, luego con Ricardo Álvarez y me despidieron, estuve fuera de la AMDC un año, pero como en eso iban con el problema de la Peatonal, yo medié entre vendedores y Alcaldía y me devolvieron el empleo. Me reintegré al Codem y luego en Informática y Transporte. Y bueno. Lisandro Rosales me llamó para trabajar en Copeco.

¿No dice malas palabras?
No digo malas palabras desde 2005, yo acepté a Cristo desde ese año. No me molesta que las digan enfrente de mí, pero no las digo. Yo dejé de tomar (bebidas alcohólicas) el 15 de junio de 2005 y dejé de fumar el 15 de julio del mismo año. Yo bebía bastante, pero tuve que tomar decisiones, alejarme de amistades, hoy la historia es otra.

¿Le gustan las motos?
Si usted quiere verme feliz, súbame a una moto. No hay cosa más extraordinaria que encerrarse en un casco. Yo canto metido en el casco y hablo yo solo, ja, ja, ja.

A parte de las motos, carros y animales... ¿qué dice del deporte?
A mí las manos me sirven y los pies solo para caminar. (Mueve sus hombros mientras ríe) No puedo jugar fútbol, estuve en un equipo, pero solo de portero.

Julio junto a su madre y sus hermanos. Su familia es su adoración.

Julio junto a su madre y sus hermanos. Su familia es su adoración.



¿Pero le gusta el fútbol?
Sí, yo soy seguidor del Olimpia y el Barcelona, yo me siento a ver la Selección Nacional aunque no le vaya bien. Tengo amigos que no puede ganar el Motagua porque ya andan molestando.

¿Fue noviero?
Sí, qué pena, pero es la verdad... si hasta tuve una lista, de eso no me siento orgulloso (mientras agacha la cabeza y se tapa los ojos con las manos).

¿Y cómo sienta cabeza con su esposa?
Ella me fue a buscar, ella es odontóloga y llegó a El Porvenir al servicio social y un día llegué al centro de salud y dije: ¡Tenemos odontóloga nueva!... Ella llegó con novio, pero ¡pobrecito el novio! Allá los inditos del pueblo mandamos y la muchacha cuando vio a este hombre de botas, faja ancha y sombrero, dijo: Aquí me quedo. Con la llegada de ella todo cambió.

¿Y su boda?
Yo me casé por lo civil en el 2002 y luego entramos a unos encuentros de matrimonios en la iglesia... en 2009, al finalizar el curso, íbamos a tener en la iglesia una noche romántica y cuando acuerdo veo entrar a mi esposa vestida de blanco... Me casé sin saber ese mismo día.