Solo entre el lunes 15 y el domingo 21, los atentados contra trabajadores del transporte suman cuatro actos violentos.
La criminalidad ha cobrado al menos nueve vidas, en escasos 7 días, todas relacionadas al mismo rubro.
Este domingo un conductor de bus rapidito que había sido víctima de un atentado, el pasado 8 de octubre, en el bulevar Fuerzas Armadas, murió en el Hospital Escuela Universitario (HEU).
La víctima fue identificada como Walter Alexander Barahona, de 40 años de edad.
La noche del viernes 19 de octubre, ocho personas perdieron la vida y dos más resultaron heridos luego de ser atacados con una ráfaga de disparos de armas de grueso calibre.
Entre las víctimas habían conductores y cobradores del transporte que recorre Carrizal-UNAH.
Al menos seis de los cuerpos quedaron en el interior de un expendio de bebidas, uno sobre el otro, mientras que dos más estaban en la calle de la colonia El Carrizal #2.
Un día antes, el jueves 18, un conductor de la ruta Tiloarque-Centro recibió tres heridas de bala en la pierna, pero logró sobrevivir. El trabajador del transporte fue identificado como Alexander Ramón Santos.
Mientras que el martes 16, en el mismo sector de la capital donde ocurrió la masacre, días antes otro conductor de rapidito recibió un atentado, pero logró sobrevivir.
Ese mismo día, pero en la tercera avenida de Comayagüela, otro atentado contra una unidad de la ruta Torres- Mercado dejó mal herido al conductor. Esto se registró a inmediaciones del parque La Libertad de Comayagüela, frente a la iglesia Inmaculada Concepción.
Estos dos casos se registraron casi a la misma hora.
