La rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Julieta Castellanos, denunció en las últimas horas que tres policías implicados en el asesinato de su hijo y otro joven universitario, siguen recibiendo sus salarios.
Castellanos afirmó que los dos agentes y un subinspector prófugos de la justicia, acusados por el Ministerio Público por los delitos de asesinato, abuso de autoridad y robo agravado en perjuicio de Rafael Vargas Castellanos y Carlos David Pineda Rodríguez, aún reciben un pago mensual por parte de la Secretaría de Seguridad.
'Es realmente penoso, lamentable, indignante. Supimos por información de ahí mismo desde aquí en Tegucigalpa, que a ellos les continúan dando el sueldo. Eso indica el nivel de corrupción, colusión y de protección del crimen, porque ellos inclusive, están prófugos y no se han presentado al trabajo, pero la Policía los sigue protegiendo”, dijo Castellanos.
El subinspector Carlos Galeas Cruz y los agentes Wilfredo Figueroa Velásquez y Arnulfo Padilla Rodríguez, se encuentran prófugos de la justicia, luego de ser liberados por altos oficiales
que les otorgaron el fin de semana libre mientras permanecían en depósito en Jefatura Metropolitana I del barrio Los Dolores de la capital de Honduras.
Al respecto, la máxima autoridad del alma máter lamentó que los altos mandos de la Policía Nacional hayan quebrantado su compromiso de mantener bajo custodia y capturar a los prófugos.
“A mí lo que me dijeron la primera semana es que ellos no se iban a escapar y les dieron permiso. Entonces desde ahí hay un quiebre de confianza. Esa no fue una decisión inocente, fue una decisión soberbia, fue una decisión para decir que somos los que decidimos y aquí se hace lo que nosotros queremos”, sostuvo Castellanos.
De igual manera, externó su malestar por la inacción del Ministerio Público para emitir el requerimiento fiscal contra los policías involucrados en el asesinato de los dos universitarios y de la misma Secretaría de Seguridad que pudo 'haber suspendido inmediatamente a estas personas, pero bueno, esa es la institución que tenemos y más bien lo que se demostró fue el nivel de complicidad, el deterioro ético y profesional interno en nivel de colusión”.
Ayer, Castellanos aseguró que la separación de agentes y oficiales de la Policía Nacional no es suficiente
para reducir la delincuencia al interior de la institución, objetivo que solo puede lograrse a través de profundas reformas a la Ley Orgánica de la Policía.