Tragedia por pólvora
Cuatro hombres que se encontraban al interior de un car wash de la 27 calle de esta ciudad fueron acribillados por varios sujetos que llegaron armados al establecimiento.
Parecían clientes cuando ingresaron al negocio del lavado de automóviles a las 4:15 pm, y los trabajadores y clientes del local no imaginaron que eran delincuentes hasta que fueron atacados a balazos.
La versión preliminar del violento hecho que la Policía Nacional Preventiva manejaba ayer se basó en la más fuerte hipótesis del crimen, que consiste en el cobro del “impuesto de guerra”, sin embargo, los equipos de investigación determinarán en las próximas horas la verdadera causa del cuádruple homicidio ocurrido en la colonia Santa María.
Tiroteo
Uno de los testigos informó que estaban los lavadores de carros trabajando en un taxi cuando llegaron cuatro hombres con sus armas.
Estacionaron un turismo rojo vino marca Hyundai Elantra y placas PCW-1044. Bajaron todos con sus pistolas en mano para dispararle al encargado del negocio y luego a dos lavadores; de igual modo, un taxista resultó herido en el tórax y en una clínica privada del barrio Las Palmas falleció mientras era atendido por el personal médico.
Otras dos personas lograron escapar de la balacera y los hechores tomaron el taxi con registro 1169 para huir de la escena, dejando abandonado el vehículo en el que llegaron.
Minutos más tarde el taxi fue abandonado en el sector Satélite, donde la Policía Preventiva tomó los datos y la unidad de Inspecciones Oculares efectuó la revisión del automotor.
Víctimas
El encargado del car wash, de nombre Salvador Salomón García Alvarado (30), tenía alrededor de cinco meses de tener el negocio en la colonia Santa María, en la 27 calle y 24 avenida.
Anteriormente administraba otro en la colonia La Pradera y de acuerdo con los familiares de la víctima, se congregaba en una iglesia evangélica de la colonia Reparto Lempira, donde era líder de un grupo de jóvenes.
La madre de García Alvarado fue trasladada a un centro hospitalario con problemas cardíacos luego de ver a su heredero tirado sobre un charco de sangre. José Argueta, familiar de Luis Alonso Contreras García (33), otro ultimado, mencionó que su pariente era una persona trabajadora.
“Él no se metía en problemas con nadie y no sabemos lo que realmente pasó para que cometieran este crimen; a los delincuentes no les importa el dolor de las familias”, afirmó.
El otro empleado fallecido, identificado como Rony Armando Arita Pinto (29), quedó a un metro del taxi que lavaba, el cual era conducido por José Enrique Castillo Escoto (32), quien tenía dos años de andar el taxi número 1731 de una empresa de radiotaxis. Castillo murió en la clínica.
San Pedro Sula es considerada como el espejo de la violencia en Honduras.
