TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Tan solo 72 horas permanecieron recluidas cuatro de las seis mujeres que fueron asesinadas en el interior de la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS).
En el informe oficial de las autoridades, al que tuvo acceso EL HERALDO, se establece que Wendy Yolanda Salinas Álvarez, Lizeth Abigaíl Moreno Carranza, Margarita Elizabeth Gómez Díaz y Gilda Yaneth Ruiz ingresaron al centro carcelario el pasado 21 de mayo y se encontraban en el gimnasio, donde se instaló un área de aislamiento, tal como lo establece el protocolo de Sistema Nacional Penitenciario con aquellas personas de “primer ingreso” tras ser remitidas por un juez competente.
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Otra de las personas que resultó herida y trasladada a la sala de emergencias del Hospital Escuela fue Ingrid Yamileth Ruiz Colindres. Esta joven ingresó el 22 de mayo y se encontraba en el mismo lugar cuando fue objeto del mortal ataque.
Mientras que una persona que resultó ilesa, identificada como Dulce María Hernández, apenas había ingresado el sábado y estaba en cuarentena porque padece de tuberculosis y también permanecía aislada.
Mayor tiempo
Las que tenían mayor tiempo de estar privadas de su libertad eran Karla Yoselin Vallecillos, quien había ingresado al penal en dos oportunidades, según los registros en las fechas 12 de diciembre de 2017 y el 24 de junio de 2019, y Patricia Nicoll Velásquez, que ingresó a la PNFAS el 25 de febrero de 2020.
Estas dos féminas se encontraban en el área de Casa Cuna pues eran madres y permanecían con sus hijos, según se informó a EL HERALDO.
Las autoridades del Instituto Nacional Penitenciario (INP) no dieron a conocer mayores detalles de las fallecidas, entre ellos datos como su edad, su origen, los delitos por los que fueron remitidas al reclusorio y su identidad plena, entre otros aspectos.
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Se limitaron a decir que no se podía brindar mayor información porque la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) y el Ministerio Público (MP) se encargaron de realizar el proceso investigativo después de reconocer y hacer el levantamiento de los seis cadáveres.
Fueron algunos familiares de las víctimas los que accedieron a proporcionar algunas de las fotos en vida a los medios de comunicación, pero se rehusaron a dar mayores detalles como nombres, edad y ciudad de origen.
Según las autoridades penitenciarias, las víctimas eran integrantes de la Mara Salvatrucha (MS-13).
Investigaciones
Desde las primeras horas de ayer se iniciaron las averiguaciones del caso por parte de los agentes de la DPI, a quien los familiares de las fallecidas les solicitaron que realicen las investigaciones del caso, pues consideran que fue un hecho premeditado por parte de las privadas de libertad, que son integrantes de la Pandilla 18.
Otras privadas de libertad que se salvaron de correr la misma suerte que las seis mujeres que fueron brutalmente asesinadas, dijeron a través de audios que circularon a través de las redes sociales que lo que ocurrió fue “algo planificado” y que habían solicitado a las autoridades penitenciarias que las trasladaran a otro lugar y no les atendieron la demanda.
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Este es el primer hecho sangriento donde pierden la vida seis personas al interior de una cárcel de mujeres en Honduras, lo que ha provocado gran consternación, por lo que se espera que se llegue al final de las investigaciones y castigar a las responsables.
Las seis mujeres fallecieron a causa de asfixia por estrangulamiento, golpes con palos y piedras y por heridas con arma blanca y punzones, según los informes preliminares de las autoridades competentes.
