TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Le quitaron la vida a disparos, le rociaron gasolina y luego quemaron el cuerpo.
Eso fue lo que le ocurrió la noche del sábado a Júnior Javier Rivas Rivas, de 23 años de edad, en un sector solitario de la colonia La Esperanza de la capital.
Las personas que residen en el sector aledaño al río comentaron que en una hondonada se escucharon varias detonaciones a eso de las 7:00 de la noche.
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De inmediato llamaron al 911 y a los pocos minutos llegaron los agentes de la Policía Nacional, Medicina Forense y Ministerio Público a reconocer y hacer el levantamiento del cadáver.
El fallecido fue ingresado a la morgue en calidad de desconocido porque no se le encontraron documentos personales.
El cadáver estaba parcialmente calcinado y a través de exámenes odontológicos fue plenamente identificado. Fue hasta la tarde de ayer que llegaron los familiares a Medicina Forense y lo reconocieron.