Sucesos

Betty: 'Dios pondrá su mano de justicia en el juez'

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04.12.2014

Tegucigalpa, Honduras

Este viernes se cumplen catorce días de angustia e incertidumbre para la familia de Kevin Joshua Solórzano Hernández, acusado del asesinato del exfiscal Edwin Eguigure, ocurrido el pasado 11 de noviembre en la aldea El Chimbo, jurisdicción de Santa Lucía en Honduras.

Betty Hernández, madre del joven universitario y quien lo visitó el pasado miércoles en la Penitenciaría Nacional en Támara, reveló que su hijo ha comenzado a desesperarse. “Está pensando en su período de la universidad, que ya va terminar y él tenía la esperanza de terminarlo y así como van las cosas de lentas no sé si podrá culminar su período”.

Sentada en uno de los sillones en la sala de su casa, la madre de Kevin Solórzano asegura que es difícil estar en casa y no tenerlo a él. “Cuando venía de la universidad estaba servida su comida y después se ponía a hacer sus tareas en la computadora”.

La señora afirma que la paz que había reinado en su hogar fue interrumpida el pasado 20 de noviembre cuando elementos de la Policía Militar irrumpieron en su casa para proceder a capturar al menor de sus tres hijos.

Ante la indiferencia que han mostrado las autoridades del Poder Judicial de emitir una resolución sobre el recurso de apelación presentado por la defensa de Kevin, el joven ha entrado en desesperación por obtener su libertad. “Yo le pido a Dios nada más que le dé nuevas fuerzas cada día, en todo momento”, comentó la madre.

Entre lágrimas, la acongojada madre reveló que una vez que su hijo salga en libertad venderán la casa en que viven porque ya tiene malos recuerdos. “Cada vez que subo esas gradas es un tormento, recordar el día que me lo llevaron de aquí, yo ya no disfruto mi casa. Extraño demasiado a Kevin”.

El miércoles se cumplió el término para que el juez enviara el expediente de Kevin a la Corte de Apelaciones, pero el mismo no fue enviado, por lo que la familia le pidió al juez con Jurisdicción Nacional que agilice el trámite judicial. “Yo sé que Kevin no ha hecho nada, él es inocente”, afirmó.

No demandará

A pesar del daño que le han hecho a su familia, en especial a su hijo, doña Betty afirmó que cuando su hijo salga libre no demandará al Estado a pesar de que “se equivocaron, porque no investigaron a mi hijo y me lo han acusado de algo que no ha cometido”. Sin embargo, advirtió que de no tener una resolución por parte de las autoridades hondureñas pedirá la ayuda de la comunidad internacional para demostrar la inocencia de su hijo.

Cuarto desolado

Con la luz apagada y su casa arreglada como la dejó el día en que fue detenido permanece la habitación de Kevin, quien es un amante de los deportes y el ejercicio. Su hermana Melisa afirmó que su madre no entra al cuarto debido a que se pone mal porque “es horrible entrar aquí y no ver a Kevin, no sentir su olor, su perfume”.

En la pared se observan varios rosarios que su abuela le ha regalado en sus cumpleaños y los cuales el joven universitario atesora como el más preciado de sus objetos.

Melisa sostuvo que extraña los momentos con su hermano ya que son “una familia muy unida, siempre estamos juntos, él me va a acompañar a traer a la niña al busito para que yo no cargue la mochila. Viera como lo extraño. ¡Es horrible!”.

Entre lágrimas, doña Betty recordó que todos los domingos se reunían en familia en la sala de su casa. “Es tan difícil cada día que pasa, no soporto, tengo un dolor en mi corazón que no lo aguanto”, dijo.

“Vieran el dolor que Kevin está sintiendo por dentro, es peor porque él lo está viviendo en carne propia, él está allá recluido”.