Frank Obilson Santos, el bombero que falleció en la sala de cuidados intensivos del Centro Nacional de Investigación y Atención de Quemados en Ciudad de México, tras sufrir graves quemaduras en el incendio que se desató en La Montañita, fue sepultado este jueves en Concordia, Olancho.
Los restos mortales fueron recibidos, el miércoles, con todos los honores por sus compañeros, amigos y familiares en la pista Hernán Acosta Mejía de la Fuerza Aérea de Honduras. Luego el cuerpo del héroe nacional fue trasladado a las pampas olanchanas para darle cristiana sepultura en medio del ensordecedor sonido de las sirenas.
En el honorable entierro el llanto fue inevitable. A pesar de que los apagafuegos se forman bajo una disciplina semejante a la militar, en el último adiós las lágrimas rodaron por las mejillas.
Los abrazos entre familiares y amigos no eran suficientes para manifestar el dolor sentido por la irreparable pérdida.
Los presentes brindaron aplausos por la loable labor que realizó durante años y finalmente lo sepultaron en el cementario del municipio olanchano.
El deceso de Frank Obilson Santos se suma al fallecimiento de Óscar Madrid, Josué Vargas y Felipe Varela, los bomberos que no lograron sobrevivir a las quemaduras que les dejó el infierno que vivieron al enfrentarse a un incendio en La Montañita.
En México aún permanece Ever Velásquez, que se mantiene bajo constante atención de los galenos aztecas.
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Desde su llegada a México los pronósticos para Frank Obilson Santos eran reservados, los doctores adelantaron que su situación era crítica por las severas quemaduras que sufrió su cuerpo.
A pesar de los pronósticos, él se aferró a la vida y se enfrentó a diversas operaciones de trasplante de piel. Lucho 26 días hasta que el pasado 25 de mayo una complicación gastrointestinal acabó con sus fuerzas.
