El Centro de Investigación y Promoción de los derechos Humanos (Ciprodeh) condenó las acusaciones de la Policía en contra de las hermanas que desaparecieron en febrero en Las Vegas, Santa Bárbara, y que hoy jueves fueron halladas sus supuestas osamentas.
A través de una entrevista a EL HERALDO la defensora de los derechos humanos Miroslava Cerpas manifestó que la organización desmiente que las menores Noelia Giselle Vallecillo (15) y Astrid Danelia Vallecillo (11) hayan estado vinculadas al crimen organizado como lo dejó ver el ente de seguridad.
“La posición es condenar completamente la información que ha vertido la Policía referente a manifestar que ambas niñas eran miembros de un grupo criminal y que se dedicaban a la venta de droga”, expresó.
Asimismo aseguró que el organismo de seguridad no puede estar criminalizando cada caso que aparece de jóvenes o menores asesinados argumentando que estos pertenecían a grupos organizados y que por eso los mataron.
Cerpas afirmó que estas acusaciones son falsas ya que según las investigaciones que se realizaron en el caso las menores fueron secuestradas para ser explotadas sexualmente.
Confirmó que hay un testigo que transportó a las menores en su unidad de transporte y que estas iban acompañadas de un hombre que claramente las llevaba amenazadas a un lugar donde los espera otra persona.
“Debido a las fuertes investigaciones y a la fuerte cantidad de acciones que hizo la fiscalía y los medios se vieron en la obligación de terminar con la vida de estas niñas para no seguir siendo investigadas” comentó la defensora.
Por tal razón piden justicia para que se esclarezca este caso y se dé con los responsables.
Al mismo tiempo manifestó que exigen al gobierno de Honduras que no siga permitiendo que se apliquen políticas de exterminio ya que lo único que buscan es justificar los crímenes en menores implicándolos con grupos criminales y de esta forma mantener en impunidad los casos.
La mañana de este jueves en unos predios en Las Vegas, Santa Bárbara, fueron encontrados osamentas que supuestamente pertenecerían a las hermanas que desparecieron en el mes febrero.
Familiares de las víctimas llegaron al lugar e identificaron las prendas que estaban junto a los huesos y aseguraron se trataba de la ropa que utilizaban las menores la última vez que las vieron.
Equipos especial de Medicina Forense se movilizó hasta esa zona del occidente de Honduras para relizar la exhumación y luego la investigación que identificaría a las jóvenes.
