Tegucigalpa, Honduras
Joyas, carteras y atuendos extravagantes fueron algunos de los objetos que encontraron los agentes de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) en la vivienda uno de los abogados de la familia Rivera Maradiaga, en la colonia Lomas del Guijarro Sur.
De acuerdo a estimaciones hechas por los agentes de la ATIC, todos los lujos encontrados en el interior de la lujosa vivienda están valorados en más de diez millones de lempiras.
Los efectivos de investigación le siguen la pista al abogado Francisco Arturo Mejía, quien tiene un requerimiento fiscal con orden de captura pendiente, por suponerlo responsable del delito de lavado de activos y asociación ilícita.
Sobre Mejía se conoce que es un docente de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), en donde imparte desde hace dos décadas la materia de derecho privado.
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Las autoridades lo vinculan con el cartel de Los Cachiros, porque él fue el encargado de constituir la denominada empresa Inversiones Rivera Maradiaga (Inrimar), con la que el clan obtuvo contratos millonarios de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE).
Además, porque la empresa Inversiones Acrópolis, que es de su propiedad, obtuvo contratos fraccionados con el gobierno. Las autoridades también buscan capturar a Waldina Lizzette Salgado y Roberto Mejía, esposa e hijo de Mejía, respectivamente.
A este matrimonio se le aseguró una lujosa casa de playa en Omoa, Cortés, un complejo de apartamentos y su casa.