CHOLUTECA, HONDURAS.-La crisis sanitaria en los centros penales se agudiza día a día con el contagio de reclusos, personal operativo y administrativo del Instituto Nacional Penitenciario (INP), agravando más la situación del sistema carcelario del país.
Sólo en el centro penal de Intibucá, médicos de la Secretaría de Salud encontraron al menos 30 agentes penitenciarios positivos, un reo y varios miembros de la Policía Nacional asignados a esa zona del país.
Similar situación vive la población penitenciaria en el reclusorio de la ciudad de Choluteca. Al menos uno de los internos en esta cárcel ya dio positivo por covid-19 y hay varios bajo sospecha de contagio.
Imágenes que fueron difundidas desde el interior de este penal muestran a varios convictos acurrucados y tirados sobre cartones en el piso de ese recinto. El mismo panorama se ha presentado en centro penal de Trujillo, en Colón. Ahí dos custodios dieron positivo a la patología y fueron aislados por parte de las autoridades.
La preocupación aumenta debido al hacinamiento en los 25 centros penales del país.
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Petición de empleados
Entre tanto, el personal administrativo y operativo del centro penal de Támara solicitó al Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager) la pronta intervención de esa cárcel, ya que no cuentan con las suficientes medidas de bioseguridad. Según conoció EL HERALDO, tres empleados del mismo edificio, un pedagogo, una trabajadora social y un psicólogo, resultaron infectados por covid-19.
Los empleados intentaron exponerles su preocupación al coronel Jaime Espinoza López, director de ese centro, pero él consideró que era algo normal y que todos se tenían que contagiar en algún momento.
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