San Pedro Sula, Honduras
Haber matado a su pequeña hija de tan solo tres meses de nacida porque no paraba de llorar mientras tenía intimidad con su compañera de edad les costará 30 años en la cárcel a Franklin Antonio Lobo Pineda.
El desalmado hombre, previo a someterse a un juicio oral y público, aceptó los hechos imputados por la Fiscalía, por lo que el Tribunal de Sentencia le impuso la condena de 30 años por el delito de parricidio.
La Fiscalía de Delitos contra la Vida tenía listas las pruebas que incriminaban al padre de haberle quitado la vida a la bebita, pero al someterse a una medida de estricta conformidad no fue necesario realizar el juicio oral.
Según las pruebas, el hecho ocurrió el 23 de abril, cuando los cónyuges estaban en su casa acostados en la cama y la niña comenzó a llorar sin parar.
La madre de la niña, que fue interrogada en todo el proceso judicial, relató que su niña no se callaba, por lo que su compañero de hogar le pegó un golpe con su puño.
La pequeña, de tres meses de nacida, pasó la noche, pero amaneció muerta y la pareja dijo a los vecinos que había estado enferma, por lo que alistaron su entierro en un cementerio de la aldea Río Blanquito de Choloma, zona en la que vivían.
Ciudadanos alertaron a la Policía con una llamada sobre la sospechosa muerte y se reportó a la Fiscalía la denuncia, por lo que llegaron al lugar y con las órdenes respectivas hicieron la exhumación del cuerpo.
Desde ese momento, la Fiscalía ordenó la detención de Lobo Pineda, pues su compañera de hogar confesó lo que había pasado. La madre dijo que la niña lloraba por un cólico, por lo que la había estado cuidando dándole leche y medicamento para el dolor.
En ese momento, la fémina dijo que el hombre había golpeado a la menor porque tenía mucha cólera por el llanto de su hija.
La Fiscalía comprobó con el dictamen de autopsia que el golpe que le propinó el padre a la recién nacida ocasionó la muerte de la niña afectándole varios de sus órganos internos.
El hombre lloró ante los jueces al aceptar que le pegó a la niña, pero manifestó que no tenía intención de matarla, solo quería que se callara, pues estaba llorando mucho y no los dejaba dormir.
