El amor que le tenía se convirtió en odio y, cansada de los malos tratos y constantes golpes que le propinaba una tras otra vez, tomó la determinación de quitarle la vida a su pareja a punta de pedradas.
'Lo maté por basura, ya estaba a pi.. que me golpeara, que me mentaba a mi madre; siento odio y yo sé como le dejé tirado ahí y lo dejaría peor, lo vuelvo a matar', confesó con frialdad Gladis Yaneth Montoya Hernández, luego de cometer el crimen en contra de su esposo Juan Ramón Romero.
El hecho se suscitó en el sector seis de la colonia Hato de Enmedio, capital de Honduras, donde ambas personas se dedicaban a la recolección de basura y vivían a la intemperie.
Según reportes preliminares, el cadáver del infortunado sufrió golpes en su cabeza con un objeto contundente tipo piedra en reiteradas ocasiones, lo que le ocasionó la muerte al instante.
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Entre lágrimas y en evidente estado de ebriedad, Montoya Hernández manifestó que asesinó a su esposo 'por violencia familiar, no aguantaba los golpes y mucho me maltrataba, tengo mi brazo quebrado, un carro me atropelló porque él me tiró'.
Relató que la noche del jueves cuando estaba siendo víctima de otra agresión de Romero, ella en un momento aprovechó a repeler el ataque y le exclamó 'estoy cansada de tus golpes, ahora me toca a mi hijo de pu.. te voy a matar'.
Posteriormente, la fémina fue capturada con sus manos ensangrentadas por efectivos de la Policía Nacional que la llevaron a la posta de la colonia Kennedy, donde se responsabilizó por la muerte de su cónyuge.
Familiares del infortunado acudieron este viernes a la morgue capitalina del Ministerio Público (MP) a retirar su cadáver para darle cristiana sepultura. En el lugar, una prima mencionó que don Juan Ramón sí tenía hijos, pero con otra mujer.
La pariente dijo que este no era violento y que era un buen padre, pero que desconocía su comportamiento cuando ingería bebidas alcohólicas.
'No sé cómo era la vida con ella', agregó refiriéndose a Gladis Montoya.
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