De cada cien embarazos que se atienden en el Hospital Escuela Universitario, 22 son de menores de entre 12 y 18 años, dijo este sábado la encargada de la clínica de adolescente embarazada, Ana Raquel Gomez.
A diario, el Hospital Escuela atiende entre 18 a 20 jovencitas en estado de gestación y de estos al menos seis son nuevos casos.
“En los últimos meses hemos atendido (pacientes) de 11 años, aquí a la clínica vienen solo a revisión de su control prenatal, se les evalúa con la psicóloga”, declaró la ginecóloga.
Gomez lamento que la mayoría de las adolescentes han resultado embarazadas como resultado de abusos sexuales cometidos “normalmente por algún miembro de la familia, amigos cercanos”.
Otro factor que propicia este fenómeno es el hecho de que las menores no tienen el suficiente conocimiento de lo que implica tener relaciones sexuales a temprana edad, 'el riesgo que conlleva eso lo ignoran porque no han recibido la suficiente información dentro de su ambiente familiar'.
La doctora explicó que las adolescentes embarazadas ponen en peligro su vida y la de su hijo, ya que “aún su cuerpo está en proceso de formación', su pelvis no está debidamente formada y es preciso practicarles una cesárea porque no pueden tener un parto normal.
Detalló que al mes atienden unas 250 jovencitas embarazadas con edades entre los 12 y 18 años.
Al respecto, el director de Casa Alianza, Manuel Capellín, dijo que hay una alta incidencia de abuso sexual en menores por parte de abuelos, padres y hermanos de las víctimas.
Insistió que el incesto es un tema que debe ser discutido, ya que en el 90 por ciento de las denuncias que se presentan sobre abusos de niños los culpables son los familiares más cercanos, el cinco por ciento son amigos y el otro cinco por ciento restante son desconocidos.
Una de las causas que propician estos abusos es la desintegración familiar, cuando los menores quedan al cuidado de abuelos, tíos y padrinos, entre otros.
Otro de los factores importantes es la “pérdida de valores tremenda (de valores) que se está dando en nuestra sociedad', ya que a los abusadores no les importa 'si es una niña chiquita o si es grande, el tema es que 'yo quiero tener una relación antes de que otro la vaya a tener con ella, yo la voy a abusar', es una cultura machista”.
Esta situación permite que 'nuestros niños y niñas estén a merced de depravados sexuales ' y de una sociedad que mira esto como normal.
Según los datos que maneja la organización no gubernamental Casa Alianza, el 40 por ciento de los partos que se registran en los hospitales públicos de Honduras son de adolescentes.
En abril pasado, la Secretaría de Salud y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) lanzaron el programa 'Jóvenes saludables', con el cual buscan reducir los embarazos en adolescentes.