FRANCISCO MORAZÁN, HONDURAS.- Un ambiente de luto y tristeza envuelve a los habitantes del barrio El Ocote en el municipio de Guaimaca, Francisco Morazán, después del asesinato de Jeremy Janiel Zúniga Almendarez, un niño de 10 años que fue atacado a machetazos por un hombre que ya fue capturado.
El repudiable hecho se registró el 7 de noviembre, al mediodía, cuando Jeremy regresaba de dejarle comida a un primo.
Este martes durante el velorio, Alexis Zúniga, un primo de Jeremy, todavía consternado por el incidente, reveló a través de canales locales más detalles del crimen.
“Él (Jeremy) venía de dejar comida a un primo (Yared), entonces el individuo, dice Shirley, la niña que venía con él de dejar comida, que solo lo miró cerca de un árbol y ellos no le pusieron mente”, empezó contando.
“Cuando ellos van pasando cerquita de ahí, el niño trae un jugo, entonces él le dice que le dé jugo y el niño le dice: ‘no, porque lo acabo de comprar’”, agregó.
De inmediato el hombre, iracundo, insultó al pequeño: “No me vas a dar jugo hijo de .... Cuando se saca el machete, le va a dar a la niña a Shirley, pero como Shirley es más grande que Jeremy, entonces corrieron los dos y alcanzó a Jeremy”, narró.
En un intento por salvar su vida, el pequeño estudiante corrió una cuadra “y la niña (Shirley) corrió para decirnos que fuéramos a ver”.
Cuando los familiares llegaron a la escena, Jeremy tenía heridas penetrantes en el rostro, lo que provocó que se desangrara rápidamente.
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El hechor no se quería entregar a las autoridades
El presunto responsable fue detenido minutos después del crimen. Elementos de la Policía Nacional recibieron una alerta ciudadana y fueron a detenerlo hasta su casa de habitación.
El supuesto responsable del crimen fue identificado como Roger Uriel Gálvez Marcias, originario de San Jerónimo, Comayagua.
“Todo el pueblo de Guaimaca lo viene denunciando, en el instante llegamos a la casa de él y la abuela de él le escondió el machete porque él ya lo había limpiado, la camisa roja que llevaba él ya la había limpiado de sangre. Él no se quería entregar a las autoridades, ni la abuela lo quería entregar, después dos amigos de él lo sacaron afuera y ahí lo entregaron a la autoridad”, denunció el mismo primo de Jeremy.
Los parientes del menor cuya vida fue segada solicitaron a las autoridades hondureñas justicia. “Si no lo castiga la ley, lo va a castigar la familia o el pueblo”, advirtieron.
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