Mauricio Torres Duarte, de 26 años de edad, se despidió de su madre la tarde del lunes para viajar hasta La Esperanza, Intibucá, donde realiza su trabajo social, sin imaginar que iba a sentir la muerte en carne propia.
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Un video del 911 mostró cómo el contenedor de un cabezal se desprendió en una curva y aplastó el vehículo turismo en el que se conducía el universitario, sin embargo, las oraciones de su madre tuvieron efecto y pese a quedar atrapado entre el amasijo de hierro, solo sufrió golpes leves que ya son atendidos en el Hospital Escuela de Tegucigalpa, capital de Honduras.
La progenitora del joven confesó que instantes después del accidente su celular sonó y era su único hijo, quien con voz tranquila la llenó de calma al decirle que estaba bien. 'Cuando pasó eso, yo estaba desesperada, pero él me llamó y me dijo que no me preocupara, que estaba bien'.
Según la señora, quién acudió a visitar a su hijo en el máximo centro asistencial del país, ayunó por él antes de que viajara a sus compromisos educativos.
Al preguntársele sobre el milagro que había ocurrido, la fémina sonrió y expresó: 'me ha aumentado la fe'.
'He quedado convencida que el poder de Dios es grande. No hay otra forma de poder seguir adelante sin Él; hay que estar conectado con Él para que le oiga las peticiones', agregó.
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Mauricio Torres Duarte se recupera de sus heridas, no obstante, se ha confirmado que está bien y que el accidente solo le dejó algunos rasguños.