Un taxista fue acribillado la tarde del jueves en la entrada a un centro comercial de la capital de Honduras.
Dos personas desconocidas que se transportaban en una motocicleta se acercaron a la víctima, que fue identificada por los familiares como Jorge Antonio Echeverría Castillo, de 30 años de edad, y sin mediar palabras le dispararon en reiteradas ocasiones, matándola al instante.
A los pocos minutos de haber ocurrido el sangriento hecho, llegó el padre de Echeverría Castillo, quien aseguró que les había comentado que los mareros le cobraban el impuesto de guerra ya que todos los días se estacionaba en el bulevar Fuerzas Armadas, frente a las instalaciones del centro comercial, para hacer las carreras a los diferentes sectores de la capital.
Se conoció que el taxista pagaba 400 lempiras a la semana de los cuales 200 los entregaba el martes y los otros 200 el jueves, día en que los supuestos cobradores lo liquidaron de varios disparos en la cabeza y en otras partes del cuerpo.
Jorge Antonio Echeverría trabajaba en el taxi con número de registro 5619, placas AAP-2146, el cual quedó estacionado a pocos metros de donde quedó tirado el cadáver.
La víctima residía en el sector 2 de la colonia Smith de Comayagüela, estaba casado y deja tres hijos, todos ellos de corta edad.
Los familiares, al ver el cuerpo sin vida, no podían creer lo que había sucedido, al extremo que la madre y la esposa se desmayaron, por lo que fue necesaria la ayuda de miembros del Cuerpo de Bomberos.
A los pocos minutos, llegaron los agentes de la Dirección Nacional de Investigación, quienes realizaron las primeras pesquisas para determinar las causas y a los responsables del asesinato del conductor del taxista.
