Tegucigalpa, Honduras
Aunque se registra una reducción considerable de homicidios de menores de edad en el presente año, en la retina de los hondureños no dejan de conmover las escenas dantescas reflejadas en los últimos hechos violentos contra niños y adolescentes.
Los datos preliminares del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH) revelan una reducción de 23.9 por ciento en muerte de menores en el 2017, con relación al 2016.
Del 1 de enero al 30 de junio de 2016 se registraron 188 casos, en el presente año, en el mismo periodo de tiempo se han suscitado 143 muertes violentas de menores de 18 años, lo que evidencia la disminución de 45 casos.
La tasa más alta de América
Guadalupe Ruelas, director de Casa Alianza en Honduras, es del criterio que “por un lado las estadísticas han bajado, pero en la percepción de la gente es que las muertes han aumentado”.
Este extremo Ruelas lo explica citando el ejemplo de tres jovencitas que fueron encontradas enterradas en un cementerio clandestino y que hasta la fecha esas muertes no habían sido registradas por ningún ente de seguridad del Estado.
“Honduras tiene la tasa de homicidios más alta en cuanto a muerte de menores en América Latina, según lo revela el estudio ‘En deuda con la niñez’ de Save the Children, un 32.8 homicidios por cada 100,000 habitantes”, comparte Ruelas.
“Aunque se haya dado una reducción los niveles de violencia en el país se mantienen muy por encima de lo que deberían de estar; el promedio mundial de tasa de homicidios de niñez es un 4 por cada 100,000 habitantes y Honduras un 32,8 por ciento”, argumenta el director de Casa Alianza.
Violencia extrema
Para algunos expertos estos hechos de extrema violencia contra la niñez deja entrever que se ha perdido la capacidad que tiene el hondureño de resolver sus problemas por la vía pacífica y positiva.
Los dos casos más recientes de brutalidad y salvajismo se vieron expresados contra dos infantes, uno en la ciudad de Choluteca y otro en la comunidad de Campo Barranco de Santa Cruz de Yojoa.
Odalis Nahomí Domínguez Cruz, de 10 años de edad, fue encontrada muerta en el río Humuya, dentro de un costal, con señales de haber sido estrangulada y presumiblemente ultrajada.
La menor salió de su casa a comprar a una pulpería cercan a su casa en la aldea de Campo Barranco y no regresó más a su casa.
De igual manera en una escena espeluznante en una zona céntrica de Choluteca fue descubierto en la vía pública el cadáver desmembrado de un bebé de aproximadamente un mes de nacido.
La tendencia en las estadísticas indican una reducción en los homicidios contra menores de edad, sin embargo, el problema continua ya que según los expertos los hondureños nos estamos matando por cosas que no tienen valor