De asfixia por estrangulamiento habría muerto la niña de 2 años que fue víctima de su padrastro en la aldea Las Marías, Guaimaca, precisó en las últimas horas el informe emitido por Medicina Forense.
Elmer Isaí
Soto había sido acusado por el delito de homicidio, no obstante el Ministerio Público cambió durante la audiencia inicial que se celebró ayer en el Juzgado de Talanga la figura penal por la de asesinato, ya que el imputado confesó el crimen de la pequeña.
Según el informe forense que fue presentado como prueba, el cuerpo de la niña presentaba lesiones y la causa de su muerte habría sido de asfixia por estrangulamiento.
No obstante, los médicos forenses no han sido capaces de determinar si las huellas de estrangulamiento fueron infligidas cuando la niña estaba viva o si ya se encontraba muerta.
La otra hipótesis sería que la niña habría fallecido producto del golpe que sufrió cuando fue lanzada contra el suelo desde la cama que compartía con su madre y el padrastro, quien se molestó porque el llanto de la menor no lo dejaba dormir.
Esta evidencia fue presentada por Fiscalía Especial de la Niñez, que logró un dictamen de auto de prisión con prisión preventiva en contra de Elmer Isaí Soto, quien fue remitido al centro penal de Juticalpa, en Olancho, al oriente de Honduras.
El acusado deberá permanecer 60 días en reclusión previo a la audiencia preliminar, en la que se decidirá si el caso es elevado a juicio oral y público o se somete a un procedimiento abreviado, como se presupone que será ya que hasta el momento el acusado ha aceptado su responsabilidad en el hecho.
La madre de la menor, quien tiene cinco meses de embarazo y siete de convivir con el verdugo de su hija, no fue acusada por la Fiscalía, informó el vocero del Ministerio Público Marvin Cruz.
La tragedia se produjo la madrugada del 30 de enero y la madre de la menor asegura que no oyó ni su llanto ni los hechos que condujeron a su muerte.
El padrastro dijo después que el 'diablo' se le había metido.