“Yo quiero a mi hija, quiero irme con ella, era mi única bebé”, gritaba la desconsolada madre de la niña de cinco años que murió embestida por una rastra en el segundo anillo circunvalación de la ciudad de San Pedro Sula, norte de Honduras.
La pequeña Xiomara Guadalupe Meza, se trasladaba junto a su familia en una carreta halada por un cabello hacia el centro de la ciudad industrial.
Sin embargo, el vehículo pesado se los llevó de encuentro y la pequeña quedó bajo las llantas del pesado automotor.
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Sus demás familiares también quedaron en el suelo pero solo fue Lupita, como cariñosamente la conocían, que pagó con su vida. Los progenitores al ver el cuerpo inerte de su retoño entre los ejes del carro, se quebraron en llanto.
La madre, quien resultó con heridas menores, se sentó frente a las llantas del pesado vehículo, a la par de su hija y con gritos desgarradores pedía que le ayudaran a sacar a su niña de entre las ruedas.
Hasta la zona llegó un equipo del Cuerpo de Bomberos de Honduras para auxiliar a los heridos y tratar de rescatar el cadáver de Lupita. Mientras que la progenitora fue trasladada a un centro asistencial en una mototaxi que salía de una de las colonias de la zona.
En la carreta se transportaban el papá y la mamá de Guadalupe Meza y dos menores más, quienes están fuera de peligro, según se conoció.
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