TEGUCIGALPA, HONDURAS.- “No hay que ver el fútbol como una expresión de violencia para agredir al otro, pedimos que haya paz en el fútbol”, ese es el mensaje que mandó el joven Fernando Amaya en medio del dolor y llanto en el velorio de su padre José Candido Amaya, barrista del Marathón que perdió la vida el domingo durante un ataque al bus.
El seguidor del equipo verde fue ultimado el domingo en la carretera CA-5 a la altura de Comayagua en el ataque al bus que transportaba un grupo de aficionados cuando regresaban de Tegucigalpa de ver el partido entre su equipo y el club Motagua.
Amaya hizo un llamado al expresar que “no se mire el fútbol como una manera de agresión, de violencia. El fútbol es una pasión que da alegría y que te da tristezas en el que podés ganar, empatar o perder. No todas las veces se puede ganar”.
”Él venía feliz, alegre, no le importaba que el equipo hubiera perdido como dice nuestro cántico no importa el resultado, lo que importa es ver el fútbol en la cancha y que haya paz en el fútbol”, refirió.
A criterio de Fernando el ataque al bus es por otra cuestión no es por lo futbolístico porque durante el partido no se presentó ningún incidente entre las barras.
”Es un ataque violento de personas cobardes que manchan el fútbol, Fue un ataque dirigido por maldad en Comayagua -largo del estadio-, no entiendo lo que estaban peleando”, expresó el hijo del malogrado barrista quien era un comerciante individual.
Padre ejemplar
“Estamos adoloridos por la perdida de mi hermano y exigimos justicia”, manifestó por su parte Yamileth Amaya, hermana de José Candido Amaya.
“Él era una persona servicial muy alegre y un padre ejemplar. Su ilusión era cuidar a sus hijos y a mí que soy su hermana mayor, pero mire me lo arrebataron y no se sabe quienes son (los homicidas)”.
“Mi hermano no andaba en cosas malas solo apoyaba a su equipo”, expresó doña Yamileth.
José Candido Amaya fue enterrado el martes en el cementerio de Chamelecón, Cortés.
