TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Fue uno de los hombres más poderosos y temidos de San Vicente Centenario, Santa Bárbara. Ahí no lo respetaban, le tenían miedo. Era dueño de propiedades, ganado y vehículos y cada día su poderío económico iba en aumento. Así fue la vida de Plutarco Ruiz Rodríguez antes de convertirse en la víctima mortal de dos reos que le dispararon en El Pozo, cárcel en la que permanecía recluido por el crimen de dos hermanas hondureñas.
Fue asesinado a los 40 años de edad, pero cuando tenía 35 cuando se enfrentó al juicio por el homicidio de Sofía Trinidad Alvarado y su hermana, la ex Miss Honduras Mundo, María José Alvarado. Ahí quedó al descubierto su personalidad sociopática.
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Para llegar a esta conclusión fue necesario el testimonio de la madre de las víctimas, doña Teresa Muñoz, quien confirmó el control que Plutarco ejercía en San Vicente Centenario, Santa Bárbara, y especialmente sobre sus hijas.
“Se comportaba de manera diferente. Ella (Sofía Trinidad) cambió, ya no se vestía como antes, que era bien elegante y usaba zapatillas”, indicó la mujer. Además, la amenazó que “si se iba para Tegucigalpa, le dijo que se atuviera a las consecuencias”.
Plutarco no solo era severo con su pareja, pues en Santa Bárbara nadie le podía decir nada, ni siquiera sus propias amistades. Era el mandamás del pueblo.
Algo que impactó a Plutarco fue la muerte violenta de su hermano David Ruiz, quien fue acribillado un 14 de febrero en un restaurante de San Pedro Sula.
Fingió estar loco
Aunque Plutarco demostró algunas emociones durante su juicio, que finalmente terminó hundiéndolo en la prisión, las pruebas dejaron ver la perversidad y maldad con las que planeó el doble crimen.
Fueron 24 balazos, según el estudio de Medicina Forense, que Ruiz disparó en contra de la humanidad de las hermanas. Ocho sobre su novia Sofía Trinidad y 16 contra María José, cuatro de ellos en la cabeza.
Además, ingenió un macabro plan para desaparecer los cuerpos de las jovencitas.
Uno de los comportamientos más recordados durante su juicio ocurrió en la segunda sesión del juicio oral. Ese día Plutarco no levantó la cabeza para responsabilizarse de los hechos que le acusaba el Ministerio Público, pero de un momento a otro se hincó en el suelo y fue ahí cuando se sospechaba que tuviera algún retraso mental.
Ante esta conducta, la defensa pidió una evaluación del estado de su cliente, aunque para la familia de las víctimas ya era muy clara la simulación para no enfrentarse a una pena por la muerte de las hermanas María José Alvarado y Sofía Trinidad Alvarado en el 2014.
Finalmente, Fernando Medina, doctor en siquiatría y funcionario de Medicina Forense, concluyó que Ruiz estaba en el pleno goce de sus facultades mentales.
Muerte de Plutarco Ruiz
Dentro de la cárcel de máxima seguridad de Ilama, en el departamento de Santa Bárbara, mejor conocida como “El Pozo”, se reportó la muerte de Plutarco Antonio Ruiz Rodríguez, el asesino de la exMiss Honduras Mundo, María José Alvarado y de su hermana, Sofía Trinidad Alvarado.
El Instituto Nacional Penitenciario (INP) confirmó, a través de un comunicado, que Plutarco murió a manos de dos internos que le dispararon en varias ocasiones.
Ruiz, de 36 años, permanecía recluido en el recinto penitenciario desde el 20 de septiembre de 2017, junto con otro grupo de reos considerados de máxima peligrosidad.
