Tegucigalpa, Honduras
Se levantó temprano, se baño, luego hizo el desayuno para su familia y partió rumbo a un día más de su práctica profesional, como cualquier otro día.
Sin embargo, una bala le impidió continuar con su jornada normal y la mandó al hospital. La joven estudiante Alison Gabriela Cruz se debate entre la vida y la muerte en la sala de emergencia del Hospital Escuela Universitario (HEU).
Ella recibió un disparo en la cabeza mientras se conducía en un bus de la ruta urbana para cumplir con su jornada laboral no remunerada. La joven de 18 años fue una víctima de un enfrentamiento a balazos entre elementos de la Policía Militar de Orden Público y miembros de la pandilla 18.
El violento hecho se produjo ayer a las 7:00 de la mañana en la colonia El Pedregal de la capital. La joven fue trasladada de emergencia al centro asistencial y fue sometida a una cirugía que duró varias horas.
Hasta el lunes en horas de la noche el estado de salud de la estudiante era delicado y las posibilidades de que sobreviva eran mínimas. Los neurocirujanos del hospital han hecho todo lo posible por salvarle la vida.
La joven corre el riesgo de sufrir de un evento cerebrovascular y fallecer. Los médicos la mantienen bajo ventilación mecánica y está entubada para que pueda seguir viviendo.
Alison está por egresar del Instituto Augusto Urbina Cruz. A su corta edad ya es madre de dos hijos pequeños, quienes son su motor que la impulsa a salir adelante.
Su pareja y padre de los niños, un joven de la misma edad, la acompañaba en el bus y luego de la tragedia permaneció todo el día en la emergencia del hospital para saber cómo estaba su pareja. Posteriormente, llegó la madre de la joven, muy preocupada, a velar por la vida de su hija
