El Progreso, Honduras
“Mi esposa desde su lecho en el hospital Mario Rivas me pregunta por los niños; yo solo le digo que nuestros retoños están bien, no tengo la fuerza para decirle que nuestros hijos han muerto”, expresó con lágrimas y la voz entrecortada Alejandro Hernández.
Él es el padre de Kimberly Irías (8) y Josua Irías (6), quienes el domingo por la madrugada perdieron la vida en un aparatoso accidente de tránsito junto a cinco personas más y que además dejó un saldo de tres personas heridas.
“Eran unos buenos niños, la partida de ellos es un golpe duro que no se lo deseo a nadie”, dijo Hernández cuando se aprestaba a enterrar a sus hijos en el cementerio general de El Progreso ante centenares de personas que llegaron a darle el último adiós a cuatro de las víctimas del accidente.