Sucesos

“Estuvo en un bar y lo siguieron”: Policía tras crimen de comunicador en Danlí

El comunicador llevaba siete meses esperando la aprobación de asilo político que solicitó después del primer atentado y era custodiado por un policía
22.12.2023

EL PARAÍSO, HONDURAS.- A pesar de haber recibido tres impactos de bala hace siete meses, Francisco Javier Ramírez había escapado de la muerte, pero no corrió con la misma suerte este jueves, cuando nuevamente fue víctima de un atentado en el municipio de Danlí, departamento de El Paraíso, al oriente de Honduras.

Esta vez fueron cinco los disparos que recibió en diferentes zonas del cuerpo, cuando se dirigía en su vehículo hacia su vivienda. Las heridas le ocasionaron la muerte rápidamente y su cadáver quedó dentro del automóvil, cuyos vidrios estaban perforados por las balas.

Junto a él se conducía un agente policial identificado como Walter Noé Colindres Morazán, quien le brindaba seguridad desde el atentado del 3 de mayo, pero quien lamentablemente, no pudo repeler el inesperado ataque donde le quitaron la vida en las últimas horas. El agente recibió dos disparos y fue llevado hasta Tegucigalpa, la capital de Honduras, donde se encuentra estable en un centro médico.

Los autores del atentado mortal huyeron del lugar sin poder ser identificados, por lo que de momento se desconoce quiénes eran y qué motivos tenían para querer asesinarle.

Francisco Ramírez era un reconocido comunicador en esa zona del país, pues desde hace 15 años laboraba en medios de comunicación locales, primero como camarógrafo, luego como operador y finalmente como reportero. Además, laboró como conductor de vehículos en el Ministerio Público.

En esta imagen de hace varios años se muestran los inicios de Francisco Ramírez como camarógrafo. En la fotografía se le ve posando junto al expresidente Porfirio Lobo Sosa.

Pero desde el primer atentado el 3 de mayo, fecha en la que paradójicamente se celebra el Día Mundial de la Libertad de Prensa, se había alejado de los medios de comunicación y permanecía a la espera de la aprobación de una solicitud de asilo político para resguardar su vida lejos de Danlí. Lamentablemente, murió antes de que el lento proceso para su aprobación terminara.

Lo siguieron para matarlo

De acuerdo al comisario Lisandro García Muñoz, jefe policial en Danlí, el comunicador y el policía asignado para su custodia “habían estado departiendo en un bar y se maneja que de ahí les pudieron haber dado seguimiento”.

Muñoz, dijo al canal HCH que la Policía Nacional recibió la denuncia de que había una persona sin vida dentro de un vehículo a eso de las 10:30 de la noche del jueves 21 de diciembre, pero que no imaginó que podría tratarse de Ramírez.

El jefe policial aseguró que se ha designado a cuatro equipos para poder realizar una profunda investigación en el caso, que les permita determinar las causas y los responsables del ataque. Además, recordó que los implicados del primer atentado fueron detenidos hace meses, pues el mismo Francisco Ramírez, una vez estable, pudo identificarlos y denunciarlos.

Los acusados fueron identificados como Cristian Anthony Colindres y Ronal David Ramírez Aplícano, a quienes se les juzgó por el delito de homicidio en su grado de ejecución de tentativa.

Sin embargo, no se descarta que este nuevo atentado, en el que se logró el objetivo de matarlo, esté relacionado con el primero, el cual según algunos de sus colegas, podría estar vinculado a sus empleos, ya que él, al tiempo que hacía su trabajo como conductor del Ministerio Público, aprovechaba para cubrir noticias relacionadas con esta fuente; pero serán las autoridades las encargadas de develar el móvil en las investigaciones.

Por otro lado, el comisario Muñoz lamentó que el comunicador no haya tomado las medidas preventivas necesarias tras el primer incidente violento, pues aunque contaba con el resguardo del agente policial asignado, hay cuidados que se deben tener cuando se es beneficiario de medidas de protección por parte de organismos de derechos humanos y la Secretaría de Seguridad.

“Las medidas de protección prohíben que el peticionario visite centros nocturnos y bajo los efectos del alcohol, lamentablemente nosotros ya lo habíamos aconsejado de que no visitara centros nocturnos porque vulneraba su vida y la del mismo policía”, enfatizó.

Último adiós al comunicador

Tras ser llevado a la capital de Honduras para la respectiva autopsia del cuerpo, sus familiares lo retiraron de la morgue del Ministerio Público y posteriormente lo trasladaron hasta Danlí, donde era velado en la Escuela Municipal de Deportes.

Ahí, sus familiares, amigos y colegas, lamentaban su violenta muerte y exigían justicia y un castigo para todos los implicados en su asesinato.

“Lamentamos la muerte de él, yo fui su camarógrafo y el tiempo que trabajé con él estuvimos tranquilos. Lamentablemente, cuando abro los ojos hoy, me encuentro con esta noticia tan dura de que le quitaron la vida. Esperamos justicia, que las autoridades hagan lo que tengan que hacer”, dijo un hombre consternado.

Francisco también amaba cabalgar, como lo demuestra esta imagen.

Sobre su féretro le colocaron un sombrero, pues otra de sus facetas favoritas era la de montar a caballo, formando parte del Club Hípico San Juan de Linaca y Caballistas de Danlí.

Su entierro será realizado el sábado, en medio de mucho dolor y consternación e impotencia, pues no es el primer hondureño asesinado pese a contar con medidas de protección.