TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Varios reos fueron trasladados en las últimas horas a distintos centros penales como parte de la reestructuración penitenciaria iniciada por las autoridades en Honduras, tras diferentes hechos violentos en las cárceles.
La Policía Militar de Orden Público (PMOP), institución a cargo del control carcelario desde el mes pasado, anunció que se trasladará a reos de alta peligrosidad a centros penales distintos a los que ocupaban hasta el momento, con el fin de evitar que sigan ejerciendo el control demostrado en meses recientes.
De su lado, el ministro de Defensa y Seguridad, José Manuel Zelaya, detalló a través de su cuenta de Twitter que son 1,300 privados de libertad en total los que serán reubicados.
Los traslados comenzaron el lunes en horas de la noche, cuando varios vehículos con 802 reclusos comenzaron a salir del centro penal de Ilama, en Santa Bárbara, hacia la cárcel de “La Tolva”, en Morocelí, El Paraíso.
Varios familiares de los reclusos, al saber la noticia, se acercaron al centro penal, también conocido como “El Pozo” y comenzaron a protestar para que no se los llevaran, ante el temor de que fueran enviados lejos o que se violentaran sus derechos humanos durante el traslado.
“¡Los van golpeando!”, “¡Los están maltratando”!, “¡No nos quieren decir para dónde van y necesitamos saber de ellos!”, decían algunas madres y esposas de los privados de libertad.
Entre lágrimas, una mujer denunciaba que uno de los reos intentó sacar la mano para despedirse mientras era llevado dentro de un vehículo militar y “le pegaron con un tolete”.
En redes sociales, algunos familiares también exigían información sobre sus parientes: “Queremos saber el listado de los trasladados de Ilama y La Tolva, derecho tenemos de saber quiénes y para dónde los movieron”, decía un comentario dejado en la cuenta oficial de Facebook del Instituto Nacional Penitenciario.
Y este martes, desde tempranas horas de la mañana, varios carros llenos de privados de libertad comenzaron a salir desde la cárcel de Támara -situada muy cerca de la capital hondureña- rumbo a centros de máxima seguridad como “El Pozo”, en Ilama y “La Tolva”, en Morocelí, El Paraíso.
Crisis carcelaria
Desde abril del presente año han sucedido varios hechos violentos en las distintas cárceles de Honduras que dejaron en evidencia el control que ejercen los reclusos dentro del sistema penal. Desde tiroteos simultáneos hasta el asesinato de 46 privadas de libertad en la cárcel de mujeres en Támara son algunos de los ejemplos de la brutalidad, la posesión de armas y la lucha que se vive a diario entre grupos criminales.
“Los centros penales se han convertido en escuelas del crimen, centros de extorsión, secuestro, sicariato y de todo lo que nos podamos imaginar y aquí lo más importante debe ser el pueblo, tenemos que darle una esperanza a este pueblo”, dijo el coronel Ramiro Fernando Muñoz, comandante de la PMOP y Director del Instituto Nacional Penitenciario.
Es por ello que desde el gobierno se ordenó una intervención a las cárceles, comenzando por operativos en los que decomisaron armas de grueso calibre, municiones, teléfonos celulares y satelitales, electrodomésticos, drogas, joyas, granadas de fragmentación, equipos de sonido, guitarras, entre otros, con un valor de 212,650,000 lempiras en cinco centros penales, seguido por el traslado de reos y el reemplazo de autoridades a cargo de los reclusorios.