CORTÉS, HONDURAS.- Era una noche ‘normal’ en el municipio de Choloma, entre el calor habitual que caracteriza a la zona norte de Honduras y el temor que desde hace tiempo inunda a la población y que se ha incrementado por el alto número de asesinatos ocurridos en los últimos días en esa y otras ciudades vecinas, pero aún así, nadie imaginaba lo que estaba por ocurrir.
Quienes menos lo esperaban eran las 13 personas que perdieron la vida el sábado 24 de junio dentro de un billar en la colonia La Victoria, pues llegaron hasta el establecimiento a departir tras presuntamente disputar un partido de fútbol. Otras versiones señalan que se reunieron en el negocio para celebrar un cumpleaños; pero cual fuese la razón, lo cierto es que se encontraban pasando un momento ameno.
Las risas y las conversaciones fueron interrumpidas por el sonido ensordecedor de las balas, que se dispararon desde varias direcciones y contra varios objetivos. Los autores de la masacre huyeron rápidamente, dejando detrás un saldo de 11 víctimas, que un día más tarde subió a 13 (tras el deceso de dos heridos en un hospital) y un escenario de sangre, luto y confusión.
¿Quiénes eran las víctimas?
En el violento hecho murieron 12 hombres y una mujer, cuatro de los cuales eran líderes sindicales en una reconocida maquila de Choloma. Además, la fémina falleció junto a su hijo.
Los nombres de las víctimas eran: Géiser Martínez (24), Ángel David Fúnez, Luis Fernando Sandoval (20), Lester Arnulfo Almendarez Garrido, Osman Antonio Ponce Toro (29), Delmer García y José Rufino Ortiz Escobar, todos trabajadores de maquilas.
Los otros tres victimados son Elvin Antonio Bermúdez (21), de oficio soldador; José Edgardo Rodríguez (41), guardia de seguridad, Axel Linares.
De igual forma, Xiomara Cocas, presidenta del Sindicato de Trabajadores de la Empresa Gildan, y su hijo Eduardo Alexander Meléndez. De la víctima número 13 no trascendió su identidad.
De momento se desconoce si las 13 personas se encontraban juntas o si alguna de ellas murió al ser alcanzada por los disparos estando en otra mesa departiendo.
Pero en torno a varias de las víctimas existe una similitud que consterna aún más a un gremio.
Empleados y activistas
Ocho de los fallecidos laboraban en empresas maquiladoras y de esos, cuatro de ellos además desempeñaban cargos dentro del sindicato de la empresa Gildan, que tiene su sede en San Miguel, Choloma.
Xiomara Cocas era la presidenta del Sindicato de Trabajadores de la Empresa Gildan Activewear San Miguel S.A (Sitragsam), mientras que Lester Arnulfo Almendárez, José Rufino Ortiz y Delmer García eran delegados.
La noticia de sus violentas muertes ha generado confusión y temor en el gremio maquilador, pues además de lo dantesco del hecho, ocurre apenas unos días después de que se conociera que la compañía donde trabajaban cerrará operaciones en la ciudad el próximo mes.
Precisamente, al ser parte del sindicato, las víctimas habían denunciado junto a otros compañeros que, según ellos, la empresa cerraba operaciones sin causas justificadas y por ende pedían una cancelación justa por los años laborados. Ese fue el compromiso que Gildan adquirió cuando les notificó el cierre, pero según ellos, existe temor entre los trabajadores.
Es por eso que desde Sitragsam emitieron un comunicado tras la masacre exigiendo a la compañía investigar los hechos en conjunto con las autoridades de seguridad del Estado.
Hipótesis
Aunque en redes sociales hay muchas otras teorías en discusión sobre el posible móvil del crimen múltiple, las autoridades hondureñas han elegido manejar con hermetismo el caso.
Al consultarle al recién nombrado ministro de Seguridad, Gustavo Sánchez, este aseguró que ya tienen claras las líneas de investigación, pero que de momento preferían mantenerlas en secretividad para no obstaculizarlas.
Lo que es un hecho es que la masacre fue la gota que rebalsó el vaso, pues la presidenta Xiomara Castro ordenó que, debido a los recientes hechos violentos en la zona norte de Honduras, se debía realizar una intervención inmediata con operativos constantes denominados “Operación candado Valle de Sula” y con la ejecución de un toque de queda más estricto para San Pedro Sula y Choloma.
Los operativos comenzaron al día siguiente, al igual que el toque de queda de 9:00 de la noche a 4:00 de la mañana en Choloma y lo mismo sucederá en San Pedro Sula a partir del 4 de julio.
Además, se anunció una recompensa de 800 mil lempiras para quien diera información verídica del paradero de los autores del asesinato en el billar y otra serie de acciones.
Detenciones y hallazgos
El anuncio de la recompensa parece haber dado frutos, al igual que los operativos, pues el lunes, dos días después del crimen, se anunció la captura del primer sospechoso de haber participado en la masacre. Se trata de Gerson Javier Carías Molina, de 20 años de edad, conocido con el alias de ‘Bad Face’.
A él se le detuvo en el municipio de La Lima y se le acusa de integrar la Pandilla 18, estructura criminal con la que habría cometido varios delitos, entre ellos el asesinato de un hombre afuera de un hotel el pasado 6 de junio en El Progreso, Yoro.
Al individuo se le encontró en poder de un chaleco con el nombre de la Dirección Policial Anti Maras y Pandillas Contra el Crimen Organizado (Dipampco), una pistola calibre 9 milímetros con varios proyectiles y paquetes con droga.
Y este martes 27 de junio se capturó a otros dos presuntos implicados, quienes responden a los nombres de Javier Antonio Colindres Hernández, alias “El Eficaz” y José Andrés Hernández Gutiérrez, alias “Baby Skinny”, ambos supuestos integrantes de la Pandilla 18.
Según las autoridades, “Baby Skinny” ya había sido detenido en dos ocasiones en 2022 por portación ilegal de armas y tráfico de drogas en la colonia Gracias a Dios y alias “El Eficaz” tendría siete años de pertenecer a la estructura criminal y actualmente sería uno de los cabecillas en ese mismo sector.
Durante la captura se les decomisó un arma de guerra sub-ametralladora y municiones, además de droga -supuesta marihuana- escondida en bolsas de churros (frituras) para pasar desapercibida.
En otro punto también se un vehículo que, de forma preliminar, se cree que estaría vinculado a la matanza en el billar. El automóvil fue hallado en la colonia Dos Caminos del municipio de Villanueva y sobre el había un reporte de robo.
Al ser requisado por las autoridades policiales, en su interior encontraron varios objetos, entre ellos una Biblia.
“Hemos recibido cualquier cantidad de información en el número que se habilitó para la recompensa y no solo de esta masacre, sino de varios hechos”, dijo complacido el ministro de Seguridad.
“Estamos en el nivel de confirmar que hemos identificado a la mayoría de los autores materiales de esta muerte múltiple... La certeza es total”, aseveró tras presentar a los detenidos y días antes aseguró que con la intervención la tranquilidad retornará al sector norte de Honduras, considerada la de mayor economía en el país.
Precisamente, la violencia y las acciones para contrarrestarla han generado preocupación en varios sectores, pues temen que se aleje la inversión en la zona.