TEGUCIGALPA, HONDURAS.- En menos de 24 horas, otra masacre vuelve a causar luto en las familias hondureñas, pues tres personas fueron acribilladas a balazos la noche de este domingo -25 de junio- en una calle de la colonia Villa Nueva de Tegucigalpa, en la capital de Honduras.
Las víctimas fueron identificas preliminarmente como Erlin Daniel, Omar y Otoniel Borjas, este último era un niño de apenas cinco años de edad. Los hombres fallecieron en la escena, mientras que el menor expiró cuando era llevado a un centro asistencial en busca de atención médica.
De momento se desconoce cómo ocurrió el ataque mortal, pero en el lugar quedaron tirados los cadáveres de los dos adultos y se supo que otras dos personas resultaron heridas, entre ellas el pequeño Otoniel, quien llevaba varias heridas de bala en su cuerpo.
Minutos después de la ráfaga de disparos, vecinos del sector se acercaron para enterarse de lo sucedido y al percatarse que se trataba de un nuevo crimen múltiple procedieron a trasladar a los heridos a un centro hospitalario y a cubrir los cuerpos de los fallecidos con bolsas plásticas.
Imparable violencia
Esta sería la masacre número 25 ocurrida en Honduras en lo que va de 2023 y la anterior sucedió apenas el sábado, cuando sujetos vestidos con indumentaria policial ingresaron a un billar y acribillaron a varias personas, dejando un saldo inicial de 11 personas muertas. La cifra aumentó a 13 la mañana de este mismo domingo, pues dos heridos expiraron en un centro médico.
Las víctimas del hecho sangriento fueron indetificadas como: Ángel David Fúnez, Géiser Armando Martínez, Delmer José García, Lester Arnulfo Almendares Garrido, Axel Adonay Linares Reyesy Luis Fernando Sandoval Orellana.
De igual forma, José Edgardo Rodríguez Guillén, Antonio Núñez (preliminar), José Rufino Ortiz Escobar, Xiomara Beatriz Cocas y su hijo, Eduardo Alexander Meléndez.
De estos, cuatro eran miembros del sindicato de trabajadores de una maquila que anunció su cierre de operaciones el próximo mes de julio en el municipio de Choloma, en la zona norte de Honduras.
Estos hechos y la reciente matanza de 46 mujeres dentro del centro penal femenino en Támara, ocasionaron que las autoridades emitieran una serie de medidas con las cuales pretenden frenar la criminalidad en el país.
Entre las acciones figura la extensión del toque de queda en el Valle de Sula, la disposición de una recompensa de 800 mil lempiras a quien de información de los autores de la masacre en Choloma y la instalación de operativos masivos en zonas específicas.