TEGUCIGALPA, HONDURAS. -Las tranquilas ciudades de Nacaome y Choluteca, hoy en día son parte de los escenarios de la ola delictiva que abate al país.
Prueba de ello son los últimos acontecimientos, derivados presuntamente del creciente tráfico de drogas en la región sur.
Sin embargo, esto tiene sus explicaciones, concuerdan expertos y autoridades de la Secretaría de Seguridad. Ronmel Martínez, jefe de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), es del criterio que la escalada de violencia podría deberse “a la narcoactividad a nivel micro, pero también podríamos referirnos a muchos más, como la violencia que se vive en el seno de los hogares”, arguyó.
En la zona de Nacaome se han dado capturas de mareros salvadoreños, simpatizantes de la Mara Salvatrucha, ante esto Martínez reconoció que “no es propiamente una migración pero si hay un tránsito (de mareros) que no podemos desconocer”.
Agregó que la circulación de antisociales en la zona es de integrantes de la Mara Salvatrucha, desde El Salvador a Honduras y “se ve reflejado en las capturas, hay una mayor motricidad de esta estructura criminal”.
El experto en materia de seguridad, Gonzalo Sánchez, argumenta en torno al tema “que el delito muta; ante los ataques de los órganos del Estado, se produce lo que llama el ‘efecto cucaracha’, se van de un territorio a otro”.
Recomendó que “hay que tener sumo cuidado con las personas que entran al país. A mí me parece que Honduras debería de tomar medidas similares a las empleadas por Nicaragua, en cuestión migratoria, por los lugares donde se están cometiendo los delitos'.
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