Tegucigalpa
Hacer bien su trabajo es algo normal, pero querer llegar a la perfección ya es un problema.
Jessica Calderón, coach ejecutiva de Grupo Calderón, comentó que “el problema del perfeccionismo es que la gente que entra en esta situación muchas veces se exige de más, estamos de acuerdo en que debe existir un nivel de calidad, pero el perfeccionista lo lleva mucho más allá”.
Los perfeccionistas caen en dificultades, como el hecho de convertirse en un “cuello de botella” en el ritmo laboral, porque se atrasan en su trabajo al realizar las tareas en demasiado tiempo, buscando que sean inmejorables; a veces, incluso, ni las terminan porque el tiempo no les ajusta.
Estos empleados, al ser demasiado exigentes, resulta difícil trabajar con ellos, seguirles el ritmo no es tan fácil.
Cuando un colaborador que es perfeccionista termina sus labores resulta que su calidad es muy superior a la del resto, no obstante, aunque esto parezca una cualidad, realmente no lo es, porque es muy grande el peso que tiene sobre sí una persona que quiere hacer todo perfecto.
Detrás del perfeccionismo muchas veces hay situaciones emocionales, algunas personas siendo así tratan de compensar algún daño hecho en el pasado. Los miedos, las inseguridades, la posibilidad de ser despedido o quedar mal antes los demás también son factores que influyen en este comportamiento.
En algunos casos llega a requerirse la ayuda de un psicólogo.
¿Qué debe hacer?
- Tomar conciencia de que tiene una situación de perfeccionismo, ya que si la persona no está consciente de ello es prácticamente imposible que se le pueda ayudar.
- Decidir que quiere cambiar. Si se da cuenta de que es perfeccionista, pero no quiere cambiar, entonces no se puede hacer nada.
- Buscar ayuda, todo dependerá del nivel en que se encuentre la persona, en casos graves puede recurrir a un psicólogo. También existe la opción de comenzar a leer materiales de ayuda.
- Comprender que su trabajo es bueno, puede ser que esté dando el 100% y aún no se haya dado cuenta de eso.
- Relajarse, comprender y mentalizarse también ayuda, pensar que en cada ocasión lo hará de la mejor forma posible según sus capacidades, sin necesidad de enfermarse por ello