Motores

Tercera edad al volante: ¿hasta cuándo conducir?

La experiencia otorga destrezas, pero la edad altera el desempeño de sus habilidades al volante.

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16.05.2016

Tegucigalpa, Honduras
Aunque ni la Ley de Tránsito de nuestro país ni la medicina estipulan la edad límite para que los adultos mayores conduzcan un vehículo, son ellos quienes sufren en mayor medida la disminución de sus habilidades para conducir.

Muchas veces el sentido común y su médicos personales serán quienes lo orienten sobre si cuenta o no con la aptitud necesaria para la conducción.

A partir de los 55 años es cuando se comienzan a apreciar los signos significativos de envejecimiento, que se acentúan al llegar a los 70.

Dentro del ámbito de la seguridad vial esta etapa de la vida comienza a ser considerada de alto riesgo no solo por las dificultades que se pueden presentar durante el manejo sino porque la recuperación también es más lenta en cualquier accidente que se pudiera sufrir.

Factores de riesgo asociados a la edad
Los ancianos intentan suplir la falta de reflejos yendo más despacio, y eso a veces es un problema y resulta molesto para el resto de los conductores.

La circulación a velocidad anormalmente reducida, los cambios bruscos de dirección y la conducción en sentido contrario son algunos de los comportamientos de más riesgo asociados a la vejez.

De igual forma, las dificultades para aparcar su vehículo, para respetar las señales o para circular en línea recta. Pese a esta serie de factores tienen menor incidencia en los accidentes de tráfico.

¿Qué precauciones deben tomar?
Investigaciones demuestran que con el paso de los años se va alargando el tiempo que necesitamos para responder a un estímulo y la capacidad de reacción ante cualquier situación es más lenta y a esto se le suma la pérdida de agilidad, lo que puede suponer un mayor esfuerzo en las tareas cotidianas.

Lo mismo ocurre al volante, es por ello que, aunque no exista una edad determinada para dejar de lado su vehículo, sí hay ciertas precauciones a tomar en cuenta:

1. Mantenga un control oftalmológico adecuado: la vista es un sentido primordial al conducir y cuando ya no se pueden distinguir las señales de tránsito o se necesita estar muy cerca de ellas para distinguirlas, se está presentando un problema.

2. Evite conducir por la noche: existe mayor grado de dificultad al manejar por la noche puesto que es el momento en que más ofuscamiento se produce y en las edades más avanzadas la recuperación es más lenta.

3. Minimizar el uso de drogas o medicamentos con efecto sedantes, también pueden influir de forma negativa en la conducción.

4. Sí vive en las afueras de la ciudad evite horarios de tránsito pesado.

5. Buscar algún acompañante sobre todo para los viajes largos.

6. Evitar las horas pico.

7. Elegir los tramos más simples y de menos tráfico aunque impliquen más tiempo de viaje.

8. Evitar la conducción con condiciones meteorológicas adversas.