TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Los sueños de niño son uno de los mayores tesoros que se guardan de adulto y EL HERALDO quiere estar presente en esos recuerdos.
Es así que su caravana educativa, que abre una brecha de anhelos y esperanzas en los escolares, sigue su ruta.
En su quinta entrega cubrimos la necesidad de útiles escolares a 88 inquietos pero soñadores infantes del Centro de Educación Básica (CEB) vespertino Ramón Carías Donaire, que funciona en la colonia Torocagua.
Y es que por la mañana este mismo edificio alberga a la Escuela República de Guatemala y por la noche se convierte en el Instituto John F. Kennedy.
Una dura realidad
Residente de la colonia Callejas, Katherine Mendoza, de nueve años, mantiene puro su deseo de ser una profesional de la medicina, por lo que todos los días llega con la misma ilusión a su aula de cuarto grado, pero su realidad para esta meta es bien difícil.
‘‘Me levanto todos los días a las 6:00 de la mañana para ayudarle a mi mamá a hacer tortillas. A veces termino a las 9:00 de la mañana para luego hacer tareas y después me vengo para la escuela”, contó la pequeña.
Muchos de estos niños se trasladan hasta este centro de enseñanza con la ilusión de superarse en la vida, ya que viven en las orillas de las zonas urbanomarginales.
‘’En estas familias hay desempleo, desintegración familiar, desnutrición, niños que llegan sin comer, sin dormir, porque en la cama duermen hasta con cinco personas y eso es una situación muy difícil’’, detalló la directora del centro educativo, Ada Dubón.
Se enciende la ilusión
Sonrisas, gritos y correteos eran las emociones que liberaban los estudiantes al hacer en forma ordenada las largas filas esperando recibir las herramientas del saber.
Y es que es imposible ignorar una gran sonrisa de los pequeños al tener en sus manos los instrumentos de su enseñanza.
Muchos de ellos daban un “¡Gracias!”; otros decían “¡Que Dios se los pague!” o un “¡Qué pinta, me salió de carros!”.
Todas estas expresiones eran motivo más que suficiente para seguir con esta gran labor llamada Maratón del Saber.
Mientras tanto, Katherine se mostró muy alegre con sus nuevos amigos de clases. “Cuando me regalaron el kit de útiles me sentí emocionada y alegre y pienso utilizarlos en mis clases’’, expresó.
Los maestros se mostraron agradecidos por la donación que realizó EL HERALDO pues aseguran que las autoridades nunca han ayudado a estos niños.
“Esta ayuda es excelente, es la primera institución que hace este tipo de donación, más aún en este momento que tanto necesitan los niños, pues hasta ayer no tenían sus útiles básicos para regresar a sus clases”, expresó la maestra Mauda Gallegos.