TEGUCIGALPA, HONDURAS.- De un día para otro se perdieron años de esfuerzo y las ruinas de sueños y trabajo aún se observan entre escombros en al menos diez colonias de
la capital.
En la ciudad hay 21 fallas geológicas identificadas por deslizamientos, cuyo peligro aumenta cada vez que llueve en la capital, pues el agua es un elemento que hace detonar estas fallas.
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Entre las colonias en las que las fallas se activaron desde 2014 y no se han estabilizado se encuentra la colonia Izaguirre, en el sector que se llama “Los Privilegiados”, en la
calle Goascorán.
En este zona vive Eduardo Vallejo, quien relató que desde 2014 pocos han sido los trabajos para evitar que las casas se derrumben.
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“Esto es realmente crítico, vivimos con preocupación, el terreno ha ido empeorando cada día”, manifestó Vallejo.
| Cifras
Se estima que al menos 224 mil personas viven en zonas de riesgo. Las mayores amenazas en la capital son las inundaciones y los deslizamientos.
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En 2014, seis viviendas colapsaron en este sector y varias casas sufrieron daños
estructurales.
Otra de las fallas que generó severos daños fue en el sector 4 de la aldea de Suyapa, en la que hace dos años, en octubre, una falla se activo y dejó angustia y desesperación entre sus pobladores, por el riesgo de perder 59 viviendas.
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16 familias tuvieron que abandonar la zona, pues los pisos de sus casas parecían piezas de dominó y el suelo del patio un pantano.
Ahora solo se observan viviendas de una y dos plantas sin ventanas, puertas y con grandes fisuras en sus paredes.
También en El Reparto por Arriba y Nueva Santa Rosa se observan vestigios que han dejado la desidia y la naturaleza.
Inversión
Julio Quiñónez, exsubcomisionado de Copeco para el Distrito Central, explicó que mientras no se ejecuten obras de estabilización no es recomendable habilitar estos espacios para vivir.
“En su gran mayoría lo que hay que hacer son obras similares a la que se hizo en El Berrinche, porque el problema es el agua”, explicó Quiñónez. Además, el experto detalló que son al menos 60 mil viviendas las que se requieren reubicar en la capital para que estabilicen las zonas por donde cruzan las fallas.
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“En 2002 se tenía un estimado de 5 mil millones de lempiras para trabajar en obras de mitigación en la ciudad, casi 20 años después se podrían requerir mucho más, unos 30 mil millones de lempiras”, pormenorizó.
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